Arriesgando. Rompiendo tópicos y desmintiendo clichés, la directora Valérie Donzelli, que también coprotagoniza la cinta, y Jéremie Elkaïm, guionista y protagonista masculino, nos instalan ante aquello de “la lucha por la vida”. El fondo, con todo su desgarro, pasa a una especie de segundo plano sobre el que gravita y acaba por imponerse una forma de optimismo realista que descarta mensajes, conclusiones, victorias o derrotas. Simplemente se nos ponen delante de los ojos trozos de vida con sus correspondientes vaivenes. Ahí están los dolores, las dudas, las euforias y los tropiezos, las congojas y los perdones.

Teatralidad

Una historia que puede ser la de cualquiera pero contada con la luminosidad de las propuestas que calan. Solo un “pero” en relación con la excesiva teatralidad de la “sincontención” emocional de las manifestaciones de algunos de los personajes secundarios. Pero son unas sombras que apenas manchan el conjunto porque cuando se funde en negro la imagen final, aunque no sepamos si lo que nos llevamos encima son cicatrices o arrullos, sabemos que hemos visto una especie de monumento a la existencia, a las ganas de seguir, al deseo de seguir bailando. ¡Hay que verla!

Declaración de guerra
Dirección: Valérie Donzelli
Intérpretes: Valérie Donzelli, Jérémie Elkaïm, Brigitte Sy. Michéle Morett y Elina Löwensohn
Francia / 2011 / 100 minutos