Dis Berlin, destacado artista de su generación y representante de la figuración desde los años 90, se ha caracterizado desde sus comienzos por su gran versatilidad, combinando técnicas como la pintura, el dibujo, el collage, la escultura, la fotografía, el fotomontaje o la cerámica.

“La exposición de Guillermo de Osma fue el resultado de mi trabajo de los últimos dos años –explica el artista–, y continuación de la que presenté en la misma galería hace tres años. La línea argumental de las obras seguía una clave intimista, poética, marcadamente metafísica. Lo que presento en ARCO no va tanto en esa línea, porque en esta feria el nivel de atención del público no es muy alto. Hay poco tiempo para mirar las obras con ensimismamiento, por lo que suelo presentar obras más directas en una clave más clásica y con menos ostentosidad poética”.

Las modas

Dis Berlin ha estado presente en la feria desde los año 80, exponiendo con diferentes galerías, lo que le convierte en buen observador de su evolución: “La globalización ha hecho de las suyas en ARCO. Se ha convertido en una feria internacional más, en la que la presencia de galerías españolas ha ido reduciéndose a marchas agigantadas y donde las modas contemporáneas se magnifican, lo que es reflejo de lo que ha pasado en general en el mundo del arte”.

Por eso ve a la feria como un espacio complicado para captar la atención de un espectador de paso, casi confundido con tantos estímulos: “Es un lugar donde las cosas no se ven como se hace naturalmente en las galerías. Es una pena que la feria se lo haya comido todo, porque al final hay gente que no pisa las galerías y que cree que por ir a la feria se entera de todo. Donde está la verdadera vida artística de una ciudad es en sus galerías, que permiten una visita contemplativa y tranquila. La feria no deja de ser algo circunstancial y fugaz”.

Evolución

A lo largo de su extensa trayectoria, Dis Berlin ha evolucionado en estilo y técnica, transitando hacia la abstracción, la fotografía y muchas otras variantes creativas. Sin embargo, uno de los aspectos más conocidos de su carrera es la pintura figurativa, trabajando también mucho el collage, el fotomontaje o la escultura.

Dis Berlin. Estancia del Silencio, 1919, óleo sobre lienzo. Cortesía de la Galería Guillermo de Osma.
Dis Berlin. Estancia del Silencio, 1919, óleo sobre lienzo. Cortesía de la Galería Guillermo de Osma.

En estos últimos años ha regresado a sus orígenes con una pintura en clave poética y metafísica, una seña de identidad que se ha mantenido más o menos constante a lo largo de su carrera: “He experimentado una metamorfosis permanente a lo largo de los años, he ensayado mucho y, en este sentido, sí que puedo decir que he tenido muchas vidas artísticas”.

La música ha constituido también un elemento fundamental para su trabajo, con numerosos homenajes a los músicos que le han acompañado e inspirado en su proceso creativo: “Soy muy melómano y tengo esa compañía y esa ‘contaminación’ muy presente. Es algo que, poco a poco, permea hacia la concentración de mi trabajo como pintor”.

Dis Berlin. Funambulistas sonámbulos. 2018-2019, óleo sobre lino. Cortesía de la Galería Guillermo de Osma.
Dis Berlin. Funambulistas sonámbulos. 2018-2019, óleo sobre lino. Cortesía de la Galería Guillermo de Osma.