Esta pieza es un extenso diálogo entre el director y el artista en el que Arroyo –uno de los más singulares representantes del arte español contemporáneo– repasa su vida y expone sus ideas y obsesiones de manera analítica. Además, la muestra –compuesta por más de 40 piezas– reúne obras de su creación que resulta difícil ubicar en el conjunto de su trayectoria plástica: series de objetos, esculturas, encargos comerciales, bosquejos para proyectos… todas ellas caracterizadas por esa amalgama ‘tan Arroyo’ que mezcla lo culto y lo popular, lo kitsch y lo castizo.

Escenografía e ilustración

La exposición recoge también el trabajo que Arroyo ha realizado en los ámbitos de la escenografía y la ilustración de libros. En el terreno de la escenografía, esbozos y dibujos preparatorios, folletos ilustrados y fotografías de la puesta en escena, con especial hincapié en la ópera Boris Godunov, de Músorgski, y la adaptación de Fausto que se estrenó en 1982 para celebrar el 150 aniversario de la muerte de Goethe.

En cuanto a la literatura, Arroyo ha publicado una intensa obra literaria marcada por el impulso biográfico, la ironía y una actitud de sana irreverencia ante la política y el pensamiento –destaca su biografía del boxeador Panamá Al Brown en 1983– de la que podremos ver amplia muestra en la exposición.

Pintor, escritor e intelectual comprometido

Eduardo Arroyo (Madrid, 1937) pintor, escritor e intelectual comprometido, está considerado como uno de los principales representantes de la figuración crítica de contenido fundamentalmente político y social. En sus obras destaca su habilidad para mezclar imágenes preexistentes con una fuerte impronta de ilustrador. Crítico desde sus primeras obras con el régimen de Franco, Arroyo se trasladó a París tras finalizar sus estudios de Periodismo, donde optó por la pintura figurativa en unos años de claro dominio de la pintura abstracta, acercándose a la estética del pop art.

Su primer impacto público se produjo en 1963, al presentar en la III Bienal de París una serie de efigies de dictadores, Cuatro dictadores, retratos de Mussolini, Hitler, Franco y Salazar, que provocó las protestas del Gobierno español (la obra se encuentra actualmente en el Museo Reina Sofía). No será bienvenido a España hasta la muerte del dictador, lo que hace que su obra no sea conocida aquí hasta 1980, dos años más tarde se le concede el Premio Nacional de Artes Plásticas. Actualmente, sus obras figuran en los mejores museos españoles e internacionales y su creatividad se extiende también al ámbito de las escenografías teatrales y las ediciones ilustradas, simultaneando las tareas de pintor y escritor.

Madrid. Eduardo Arroyo. Bazar Arroyo. Círculo de Bellas Artes.

Del 7 de febrero al 20 de mayo de 2012.