No se trata de una exposición monográfica sobre Warburg, sino un recorrido por la historia de las imágenes desde 1914 hasta nuestros días en el que el pensamiento warburgiano es el genius loci. En los últimos años de su vida, Aby Warburg trabajó en un atlas de imágenes, Bilderatlas, que había decidido llamar Mnemosyne. Era una forma de expresar que su cuestionamiento se refería a la memoria de las imágenes –incluida la memoria inconsciente teorizada en aquella misma época por Sigmund Freud en el plano psicológico– y no meramente a su historia.

El Atlas fue en primer lugar un dispositivo de conocimiento vinculado a la cartografía y a la recopilación enciclopédica de objetos de una misma especie. En la era del positivismo era una herramienta destinada a reunir elementos semejantes. Lo que inauguró Warburg –pero no fue el único, por supuesto, que realizó esta tentativa– fue más bien un atlas de las diferencias: poner juntas cosas disímiles, cuyo encuentro produce un efecto de conocimiento inédito. Una herramienta que desde hace algunos años Georges Didi-Huberman ha denominado «conocimiento mediante el montaje». Un tipo de conocimiento que, como plantea la hipótesis de la exposición, han asimilado los propios artistas contemporáneos en su trabajo.

La exposición Atlas ¿Cómo llevar el mundo a cuestras? se ha realizado en colaboración con el Museum für Neue Kunst (Karlsruhe) y estará abierta hasta el 28 de marzo de 2011.

Madrid. Atlas ¿Cómo llevar el mundo a cuestas?. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

Del 26 de noviembre de 2010 al 28 de marzo de 2011.

Comisario: Georges Didi-Huberman.