El consejero ha declarado que su visión está «cada vez mejor», al igual que su estado físico general, y ha añadido que «en el postoperatorio los médicos estaban impactados» por su capacidad para recuperarse. También ha recalcado que «nada va a cambiar en su vida» y que no tiene vocación de mártir. «Hay una inocencia que se pierde, y muchas cosas que ya no se pueden mirar del mismo modo, pero en lo esencial, en lo que soy, en lo que creo y en lo que voy a hacer todo va a permanecer igual en mí», ha agregado. Para el consejero, lo «más impresionante de todo» fue ver la cara de odio de su agresor.

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