En la exposición están presentes algunos de los más bellos dibujos de arquitectura de esa época, además de proyectos, bocetos y otros apuntes que ayudan a entender la idea de la arquitectura y la práctica de esta profesión en esa centuria. Estos dibujos, de gran variedad tipológica -plantas, alzados, secciones, detalles aislados o conformando un proyecto arquitectónico o urbanístico, sueltos o en álbumes-, son obra de arquitectos y artistas españoles, italianos y franceses.

El entorno cultural de los arquitectos del siglo XVIII está representado, a lo largo de toda la muestra, a través de instrumentos de dibujo y retratos grabados de los más relevantes arquitectos del momento, además de una pequeña biblioteca de los tratados y colecciones de estampas de arquitectura más usados en la época.

De Sabatini a Juvarra

La exposición recoge dibujos de arquitectos como Sabatini, Ventura Rodríguez, Churriguera, Ardemans y Juvarra, entre otros. Todo este conjunto da a conocer la riqueza artística de la arquitectura del siglo XVIII, en la que destacan proyectos como el Palacio Real Nuevo, verdadero laboratorio de prácticas e ideas en el que se fraguó lo mejor de la arquitectura de la Ilustración, o la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. También encontramos en esta colección cuadernos de viaje, apuntes académicos o trazados de arquitecturas efímeras.

Además de dibujos aislados, fruto de proyectos o de levantamientos y vistas de edificios ya construidos y de ciudades, también se exponen álbumes de dibujos de diferente carácter que ayudan a explicar las diferentes formas de uso y relación del arquitecto con ese instrumento disciplinar tan decisivo que es la representación gráfica.

De este modo, se muestran álbumes que representan secuencias características en la cultura académica de restituciones de edificios clásicos, en otras ocasiones, los libros de dibujos son entendidos como cuadernos de la memoria de viajes o estancias de formación en lugares como Roma o Nápoles, tan prioritarios en el siglo por excelencia del Grand Tour.

También hay libros de dibujos que funcionan como una colección de diferentes proyectos y bocetos realizados por un mismo arquitecto a lo largo de sus años de actividad, añadiendo incluso dibujos de otros colegas cercanos o simplemente admirados. Un caso ejemplar, en este sentido es el álbum facticio de Silvestre Pérez.

Proyecto más amplio

Dibujos de arquitectura y ornamentación del siglo XVIII se inscribe en un proyecto de más amplio alcance, patrocinado por la Fundación Banco Santander, gracias al cual durante tres años un equipo de especialistas ha restaurado, estudiado, catalogado y descrito la totalidad de los fondos de esta naturaleza conservados en la Biblioteca Nacional.

El resultado de estos trabajos se ha plasmado en el catálogo completo, con más de mil doscientos dibujos, que se presentará en una mesa redonda el próximo 21 de octubre y que continúa el repertorio dedicado a los siglos XVI y XVII, publicado en 1991. Aparecerá enriquecido con estudios críticos de la mayoría de las piezas, firmados por los más destacados especialistas en la materia.

 

Una riquísima colección

Entre las diversas y riquísimas colecciones que atesora la Biblioteca Nacional de España, destaca la de dibujos de arquitectura y ornamentación. Se ha reunido, en esta ocasión, una selección de originales pertenecientes al siglo XVIII, período especialmente brillante que se debate entre la tradición barroca y el clasicismo arquitectónico.

Siempre se ha considerado al dibujo como una especie de tránsito entre la idea del artista o del arquitecto, pegado a su mano, y el resultado final, la obra acabada. Unas veces, están más próximos a la idea o a las aspiraciones del proyecto y, otras, a la obra encargada o terminada.

Hay dibujos de arquitectura que nacen dependientes de su vinculación al proceso de proyecto y construcción, otros que persiguen hacer figurativas las ideas y algunos que se demoran en dibujar lo ya construido con anterioridad o, simplemente, en dibujar lo ya dibujado. También los hay abocetados a mano alzada, que era y es una manera de formular o de apropiarse con agilidad de una idea o de una obra ya hecha, y, también, trazados con la precisión de la regla y el compás.

Así, entre la razón y la sensibilidad, entre la línea inequívoca y el trazo poéticamente impreciso, en esta muestra se ofrecen muchos de los dibujos y proyectos aquí expuestos y propios de una época que expresó de forma excepcional estas tensiones.

Madrid. Dibujos de arquitectura y ornamentación del siglo XVIII. Biblioteca Nacional de España.

Hasta el 22 de noviembre de 2009.

Comisario: Delfín Rodríguez.

Tríptico de la exposición (pdf 1,42 MB).