Las masacres o los campos de concentración, levantados con la misma prisa con la que se administraba la muerte, no eran una consecuencia de la guerra sino, bien al contrario, su razón de ser. El ejército alemán cumplía un diabólico plan diseñado en Berlín y surgido de la pragmática racista del Tercer Reich.

Vasili Grossman, el escritor y periodista que deslumbró al mundo con su estremecedor Vida y destino, y escritor y periodista soviético Iliá Ehrenburg recopilaron con admirable tenacidad los testimonios de los supervivientes para que el mundo conociera la insondable magnitud del horror.

Sangre y heroísmo

Cientos de testimonios llegados a sus manos, o recogidos a través de entrevistas a las víctimas, sirvieron para erigir un monumento hecho de sangre y heroísmo. El de quienes padecieron el encierro en los guetos y tomaron el camino de la ejecución; el de los pocos que se atrevieron a desafiar a los verdugos.

Vetada su publicación por Stalin y convertido en secreto manuscrito de culto, El libro negro ha llegado hasta nosotros como llegan los milagros; como acaba por aflorar la verdad. La que nos habla del infierno que padecieron aquellos seres humanos y la dignidad con la que se enfrentaron al martirio.

Materialmente espeluznante. Se recomienda leer a pequeños sorbos, pues tragos largos pueden atragantar. Durísimo pero imprescindible.

El libro negro

Vasili Grossman e Ilyá Ehrenburg 

Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores

1.226 páginas