Las comisarias de la exposición, Elyse Topalian y Mary Flanagan, iniciaron el proyecto hace cuatro años. Al investigar los fondos del museo se dieron cuenta de la gran cantidad de imágenes satíricas que abundaban entre estampas y bocetos desde el siglo XV hasta nuestros días, y que todas estas obras podían ser susceptibles de ser expuestas de manera conjunta como reflejo de la capacidad del ser humano de reírse del mundo y de sí mismo. Poco a poco, la labor de selección entre las miles de obras encontradas en la colección pasó a ser mucho más ardua que las propias de la investigación y recopilación.

Ejes temáticos

La selección realizada cuenta con notables ejemplos de Leonardo, Tiépolo, Guercino o Bernini; no obstante, es bastante evidente que el grueso de la misma lo componen grabados del XVIII y del XIX, época dorada de la caricatura, en particular de la inglesa y de la alemana, aunque su origen se encuentre en la Italia del Quattrocento. Así observamos que se destacan muy especialmente obras de Daumier y Rowlandson.

Las piezas se han agrupado siguiendo ejes temáticos. La primera sala se ha dedicado a la caricatura del ser humano mediante la exageración y lo grotesco y su retrato con forma de animal u objeto. En un segundo espacio se ha llevado a cabo una elaborada sátira social en una crítica de la moda, el juego o el mundo del arte. La siguiente sala queda reservada para la sátira política, en la que destacan grabados sobre México, la Francia de 1830 y el énfasis sobre artistas que, según las comisarias, «quizá son más conocidos generalmente por otro tipo de obras pero que hicieron grandes caricaturas en su época». En este sentido se exponen tres grabados de Delacroix y cuatro caprichos de Goya. La sección de celebridades caricaturizadas cierra la muestra con estampas sobre Víctor Hugo, George Bush o una genial interpretación de 1969 de Claes Oldenburg realizada por David Levine.

Entretenimiento ante todo

infinite_jest_marta_zapardiel-2Llama la atención la falta de alusiones a la religión, aunque resulte obvio pensar que es una materia que históricamente ha sido ampliamente satirizada. Sin embargo, según Elyse Topalian, esta aparente omisión tiene sus razones: «La colección no contaba con muchos ni muy importantes obras dentro de esa temática y, por otra parte, sin ejemplos significativos no merece la pena herir susceptibilidades. Se trata de una exposición para disfrutar y sonreír». De eso no cabe la menor duda. Basta con visitar la muestra en un horario con bastante afluencia de público para escuchar las carcajadas de los espectadores y los comentarios risueños.

El Metropolitan Museum no invierte su presupuesto en exposiciones simplemente didácticas o para eruditos. La comedia y el espectáculo conforman la tónica general del programa expositivo para este otoño. Junto con Infinite Jest tiene cabida la impresionante China del imperio Ming, una sonada muestra para conmemorar los atentados del 11 de septiembre y la muy esperada exposición de Alfred Stieglitz. El público neoyorquino sabe reírse de sí mismo y en el Met tiene entretenimiento para rato.

Nueva York. INFINITE JEST. Caricature and Satire from Leonardo to Levine. Metropolitan Museum of Art.

Hasta el 4 de marzo de 2012.

Comisarias: Elyse Topalian y Mary Flanagan.