La muestra, compuesta por 90 pinturas y dibujos, permitirá estudiar en profundidad la carrera del joven artista y poner de relevancia que su talento precoz se manifiesta no sólo en la cantidad, sino también en la calidad de sus obras. Incluso de no haber pintado más que los cuadros de esta etapa temprana, Van Dyck sería uno de los pintores más importantes del siglo XVII.

Notables ejemplos

El joven Van Dyck contará con notables ejemplos de cómo este talento precoz le permitió pintar obras maestras de gran originalidad, como El Prendimiento (Museo del Prado) y el San Jerónimo en el desierto (Gemäldegalerie de Dresde). En cuadros como La entrada de Cristo en Jerusalén (Indianapolis Museum of Art) o La Lamentación (Ashmolean Museum de Oxford) se mostrará su faceta de pintor experimental que busca nuevos recursos para aumentar el impacto de sus cuadros en los espectadores.

Al margen de su trabajo propio, Van Dyck también trabajó para Rubens (1577-1640) y fue uno de los primeros pintores en enfrentarse a la abrumadora influencia de aquel, ejemplificada en obras como La coronación de espinas (Museo del Prado), en la que la aparición de figuras muy próximas a Rubens no impide apreciar nítidamente en otras la lucha del joven pintor por definir un estilo propio.

Madrid. El joven Van Dyck. Museo del Prado.

Del 20 de noviembre de 2012 al 3 de marzo de 2013.