Se empieza a entender la ciudad antigua de Fez cuando se constata que se trata de una realidad que se organiza y se presenta por contrastes entre dos extremos: el del espacio público y el del espacio privado. El paso entre estos extremos no es simple ni radical, se produce con gran complejidad en las transiciones y una notable riqueza de matices.

La proyecciones de la muestra, organizada por Bancaja, están dispuestas, a grandes rasgos, siguiendo este recorrido del espacio público al privado, y no responden al criterio fílmico de un principio y un final, sino al de la creación de un paisaje, del que el espectador escoge la duración y el fragmento. Esto posibilita disfrutar de un nivel de consulta más profundo en temas específicos (artesanos, rituales, entrevistas, etc.). En consecuencia, el resultado de una visita de una duración media a la exposición dará a cada visitante una combinación diferente e irrepetible de fragmentos.

En la encrucijada

Despojada de un poder político significativo y aislada de las antiguas corrientes que alimentaron el esplendor, Fez afronta el presente debatiéndose entre la presión combinada de la globalización, que viene de fuera, y de algunas inercias desfavorables que se mantienen desde dentro. Una cultura, sin embargo, que tal vez será capaz de preservar con éxito lo mejor de sí misma y de incorporar lo más útil de aquello que es alieno, planteándose síntesis propias. Este cruce de posibilidades se refleja hoy en los distintos fenómenos que se dan en la ciudad: mientras unos señalan procesos de deterioro, otros, por el contrario, significan una clara recuperación de los valores que posibilitaron su auge.

Además, el visitante occidental, y muy especialmente el turista, se ve, en Fez, confrontado con su caricatura. Si el visitante se acerca a Fez como un estereotipo, Fez lo trata, a su vez, también como otro estereotipo, del que necesita explotar todos los defectos. Sin duda, visitar Fez es ver también, como en un espejo deformado, algunos tópicos del mundo occidental. De manera que un acercamiento pausado, detenido, paciente, a la realidad de esta ciudad permite realizar otro, con una distancia útil y una mirada nueva, a nuestro mundo.

 

Una joya oculta

“En la naturaleza fragmentada del mundo moderno, Fez es una joya oculta que se revela gradualmente según la capacidad del visitante. En la medina de Fez, el modo de vida tradicional perdura a pesar de la presión que ejercen el turismo y la cultura occidental. Es un estilo de vida donde la oración y el recordar a Dios (dhikr Allah) están entretejidas con la existencia diaria tan naturalmente como el comer, el beber y el dormir; y la arquitectura y las artes son un reflejo de este patrón ordenado y rítmico.”

(Titus Burckhardt, Fez, ciudad del Islam, Ed. Terra incógnita, 1999)

 

 

Alcalá de Henares (Madrid). Sala San José de Caracciolos de la Universidad de Alcalá de Henares.

Organiza: Bancaja.

Produce: Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, CCCB.

Hasta el 8 de febrero de 2009.