El palacio constituye una de las primeras manifestaciones de la arquitectura civil del Renacimiento en España. Fue diseñado y construido a finales del siglo XV por encargo de la familia Mendoza al arquitecto Lorenzo Vázquez, formado en Roma dentro de las corrientes artísticas del Quattrocento. Con el paso del tiempo el edificio sufriría un paulatino abandono, así como numerosos derrumbes y expolios, siendo declarado Bien de Interés Cultural en 1931. El Estado, como titular del inmueble, acometió diferentes actuaciones durante la segunda mitad del pasado siglo XX para frenar su deterioro.

Ejemplo renacentista

Las investigaciones arqueológicas e históricas realizadas durante el transcurso de la intervención que ahora finaliza aportaron información relevante para conocer la estructura original del inmueble y orientar su conservación. La existencia de dos niveles en el jardín, dotados de una fuente y un estanque, la configuración de las galerías del patio principal, que disponían de dos alturas con arcos de piedra labrada y una escalera de tres tramos, y el patio secundario o de servicio, eran aspectos prácticamente desconocidos que se han puesto en valor con esta actuación. Se trata de elementos fundamentales, pues constituyen los primeros ejemplos de patio y escalera monumental renacentistas construidos en nuestro país, que ahora han podido recuperarse parcialmente, conforme a la legislación y criterios vigentes, utilizando elementos originales hallados durante las excavaciones.

Asimismo se ha realizado la limpieza y restauración de la fachada, cuyo material pétreo había sufrido alteraciones por efecto de la humedad causando grietas, fisuras y un mal funcionamiento de cornisas y elementos de evacuación de aguas. La cubierta, que no era la original del inmueble, ha sido sustituida por otra más acorde a la realidad geométrica del edificio. Al mismo tiempo se ha construido una nueva cubierta ligera en el patio principal con el objeto de proteger la arquería de piedra, deteriorada por haber estado a la intemperie y se ha dotado al edificio de las instalaciones básicas adecuadas para permitir su visita pública cultural.

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Un toque italiano

El palacio ducal de Cogolludo o de los duques de Medinaceli fue mandado construir por Luis de la Cerda y Mendoza y se llevó a cabo entre 1492 y 1502 
Diseñado por Lorenzo Vázquez de Segovia.

Este palacio rompe con la anterior tipología palacial de la arquitectura española, concibiéndose como un edificio puramente renacentista. Destaca la ausencia de torreones, el predominio de la horizontalidad y la simetría y la escala humana en los volúmenes. Además, el almohadillado de su fachada lo enlaza con la más pura arquitectura del Quattrocento italiano. Sin embargo, las ventanas divididas por maineles y el uso reiterado de cresterías denotan cierta influencia del gótico.