Cada uno de los autores elegidos escribe, sobre un soporte diferente y con un enfoque distinto, su propia representación de la realidad que le rodea o sobre la que imagina. Esta multiplicidad de elección permite mostrar una gran variedad de perspectivas y propuestas artísticas que tienen como nexo de unión su visión fresca y atrevida de la realidad, y su compromiso con un arte sugerente y diferenciado.

Patricia Azcárate (Madrid, 1959), atraída por una cierta sobriedad y aislamiento, utiliza un lenguaje que recuerda siempre la lucha interior de la materia. A través de su obra busca adentrarse en las intimidades de la materia orgánica, en las dinámicas y fuerzas de un universo molecular.

Frente a ella, Nerea de Diego (Pamplona, 1974), artista multicisciplinar, combina dibujos, fotografías, esculturas o vídeos en los que ofrece sus particulares síntesis experimentales, verdaderos pensamientos en acción. Su trabajo creativo incluye también diversos tipos de instalaciones e intervenciones.

Luis Fega (Piantón, Asturias, 1952), en cambio, se mueve en esa frontera inquieta entre la geometría y el expresionismo abstracto, con una clara tendencia hacia la sobriedad tanto en la forma como en el cromatismo. Fega ha vivido en Nueva York, donde se empapó del expresionismo abstracto, y en París, donde tuvo ocasión de estudiar las vanguardias europeas del siglo XX, una trayectoria que se deja ver en toda su obra.

Casi de la misma edad es José Freixanes (Pontevedra, 1953) que desarrolla un discurso en el que las formas son una suerte de alfabeto cuya combinatoria alumbra jeroglíficos del presente. Gallego de tierra y vocación, Freixanes cuenta con una amplia presencia en espacios públicos.

José Manuel Prada ejerce de calígrafo de lo inefable, representando pensamientos todavía no articulados en un código que hay que descifrar. Profesor titular de Pintura de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca, su obra es un ejemplo de sinceridad artística y búsqueda constante de nuevas formas de expresión.

Por último, Victoria Lavín (Liérganes, Cantabria) recurre a pequeñas y aparentemente insignificantes figurillas para crear paisajes humanos ambientados en un espacio indeterminado, un vacío sin coordenadas, quizás representativo del mundo actual. El silencio y la sensación de aislamiento se contraponen a ese conjunto de pequeños personajes que vagan por sus cuadros sugiriendo formas y momentos.

También coincidiendo con esta exposición, el Espacio de las Artes continúa incorporarando a su fondo de galería nuevos grabados y artistas que complementan las últimas obras de Luis Gordillo, Premio Nacional de Grabado 2012, creadas ex profeso para El Corte Inglés.

 

Madrid. Formatos alternativos. Espacio de las Artes de El Corte Inglés.

Hasta el 20 de septiembre de 2012.

 

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