Nubes de un cielo que no cambia, lejos de ser un trabajo documental, es un proyecto de introspección y poética intimista. Una experiencia compartida entre un poeta visual y un poeta escrito. Bogotá, como una ciudad misteriosa y llena de contrastes.

Cambio de rumbo

Las fotografías de Dávila se enmarcan dentro de su última etapa, en la que el periodismo que veíamos en su primeros trabajos ya ha desaparecido por completo. Este cambio de rumbo hacia una fotografía subjetiva y poética, iniciado con el nuevo siglo, se aprecia en otros trabajos como Manila, donde su fotografía es cada vez más instintiva y liberada ya de cualquier norma; Ibérica, una colección de retratos y paisajes de nuestra península en la que se aprecia claramente esta transición o No vodka on the moon, un trabajo muy personal que muestra un poemario visual realizado en Ucrania en 2007.

El trabajo anterior de Dávila ha recibido distintos galardones: Ortega y Gasset 94, Fotopress 95, II World Press Photo o Best American Picture. En la actualidad, reparte su actividad entre el retrato editorial y la fotografía de autor.

Guerra
Instrumentos que dejaron las bocas secas,
con llagas en las palabras.
El humo subió por la pared
como un río de cucarachas.
De repente, se vieron gusanos rojos
avanzando por las avenidas,
rojas avenidas del cuerpo.
Pelear era normal,
pero usamos las armas equivocadas.
Dufay Bustamante

Madrid. Nubes de un cielo que no cambia. Casa de América.

Del 24 de noviembre al 21 de febrero de 2010.