Para Ignacio Gómez de Liaño, autor del texto introductorio del catálogo: «Talassa es uno de los cuadros más rotundos de esta exposición. Como en la Anábasis, hay en este cuadro un anhelo de marcha, de vuelo, que se manifiesta en las franjas trazadas en la arena, que insinúan pistas para el despegue y reflejan un impulso y una velocidad que invitan al viaje. Thalassa muestra, además, ese encuentro de masas de signo contrario que son el agua y la tierra, el mar y la playa. Un encuentro que se ve acompañado por otro, de carácter astronómico: el del día, a la izquierda del cuadro, con la noche, a la derecha; el de la luz, que se eleva a las alturas, con la oscuridad que se precipita en las profundidades. Estas cohabitaciones estéticas son peculiares del arte de Alfonso Albacete, hasta el punto de que se podría pensar que, en sus pinturas, particularmente en las de Sin tesis, se da algo así como una fusión de Sorolla y Duchamp, del senso y del concepto, en una suerte de coincidentia oppositorum estética».

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Síntesis
, según Gómez de Liaño, en la que se podría añadir el nombre de Whistler, Ribera o Caravaggio al contemplar Jacob: «Pues el juego de lo sensible y lo inteligible, de lo estético y lo noético, del senso y del concepto, a que ya he hecho referencia, se destaca en ese cuadro especialmente atractivo. No sin razón se llama Jacob, pues, parafraseando el relato bíblico, el artista juega en él con la idea de la escala –en este caso, de la escala del color, de los ángeles del color, se diría–, que se ve a la derecha».

El lugar representado

En Sin tesis llaman la atención de forma especial otros cuadros en los que el lugar representado por el artista sirve de soporte a una situación o actividad que permite ver a una nueva luz el propio lugar representado. «Me refiero, ante todo, a Judit. Ese cuadro nos muestra un espacio que representa la galería Marlborough, donde el propio cuadro se presenta al público, y en el que están «meta-representados» dos personajes, que, por otro lado tienen su cuadro correspondiente en la exposición. El personaje que da la espalda al espectador y mira hacia el mar es Esopo, que está representado en Esopo. La mujer desnuda que se nos muestra de frente emergiendo de un fondo tenebroso y bebiendo el líquido de una copa, es la Judit que da nombre a la entera composición».

El tema de la ambigüedad es importante en la obra de Albacete y explica el nombre de la exposición. Para Gómez de Liaño «Jasón y Celada son, probablemente, los cuadros de la muestra en los que mejor se puede ver el designio de conseguir algo así como una síntesis sin tesis de opuestos pictóricos. En Jasón reaparecen temas tratados en otros cuadros, como el mar, los jardines y las azoteas de la costa mediterránea, pero ya dos motivos pictóricos que nos obligan a repensar lo que tenemos delante. Pues en primer plano vemos un paño blanco que cuelga de una barra, presumiblemente de mirador, y en la terraza que hay más allá, se abisma una sombra misteriosa que parece portar un objeto oblongo».

 

 

Madrid. Alfonso Albacete. Sin tesis. Galería Marlborough.

Del 28 de abril al 28 de mayo de 2012.