El Museo Esteban Vicente nació en 1998 para el fomento del arte contemporáneo y en torno al legado de 150 obras del gran pintor del expresionismo abstracto.

Vázquez explicó que de un presupuesto de más de 1,6 millones de euros en 2008 se ha pasado a 770.000 en 2012, lo que obliga a una reducción de gastos, centrados en personal, funcionamiento y actividades.

Lamentos

El responsable del consorcio lamentó que hayan desaparecido las aportaciones de empresas privadas y se hayan reducido considerablemente las que realizaban el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el Ayuntamiento de Segovia, la Junta de Castilla y León y Caja Segovia

Ahora, de acuerdo con Vázquez, la instalación se mantiene principalmente gracias a la aportación de la Diputación, que asciende a 228.000 euros, y de la Harriet and Esteban Vicente Foundation, que aporta unos 300.000 euros.

Un segoviano en Nueva York

esteban_vicenteNacido en Turégano (Segovia) en 1903, Esteban Vicente llegó a Nueva York en 1936 y ya en 1950 participaba activamente en el mundo del arte del downtown de Nueva York. Alquiló un estudio en 88 East Tenth Street (compartiendo una planta, durante algún tiempo, con Willem de Kooning), se convirtió en miembro con derecho de voto de The Club y participó en la histórica exposición Talent 1950 de Meyer Schapiro y Clement Greenberg, en la Samuel Kootz Gallery. Un año después ayudó en la organización de la histórica muestra 9th Street, y varios de sus cuadros aparecieron en el texto fundacional de la New York School, escrito por Thomas B. Hess, Abstract Painting: Background and American Phase.

A medida que su pintura empezó a atraer la atención de la crítica y del público, Vicente también emprendió lo que se convertiría en una larga carrera docente de éxito. Aceptó nombramientos de corta y larga duración en universidades y escuelas de arte en todo Estados Unidos, incluyendo, entre otras instituciones, la University of California, Berkeley; Black Mountain College; Yale University; Princeton University; New York University; y New York Studio School. Vicente, al que sus antiguos alumnos describen como generoso y de pensamiento flexible, abordaba la pedagogía como un diálogo abierto que beneficiaba tanto al profesor como al estudiante.