Los datos incluyen la actividad del Tesoro Nacional en el ámbito cultural y del Programa Monumenta (que opera con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo -BID- y está bajo responsabilidad del Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional -IPHAN-), así como los fondos captados por la Ley Rouanet, una normativa brasileña de incentivo fiscal que promueve el mecenazgo para que, permitiendo desgravaciones, empresas públicas y privadas apoyen proyectos culturales.

Hitos del sector

En 2003, con el inicio del primer mandato del gobierno Lula, se lanzó la Política Nacional de Museos, documento que definió el rumbo de la preservación y desarrollo del patrimonio museológico de Brasil, y que supuso en ese año la casi duplicación de las inversiones en museos. En 2004 se creó en el IPHAN el Departamento de Museos (Demu), cuyo trabajo especializado promocionó la importancia de los museos e impulsó notablemente su presencia pública.

En 2009, como evolución del Demu, se creó el IBRAM como órgano independiente vinculado directamente al Ministerio de Cultura. Con él, el sector museológico brasileño pasó a disponer de un instrumento con autonomía, con un mayor presupuesto para gestionar las demandas y con comunicación directa con el Gobierno, lo que marcó un fuerte punto de inflexión en el desarrollo del sector. Además de esos avances, el IBRAM gestiona un programa de capacitación constante para los profesionales del área, lo que unido al estímulo del régimen de incentivo fiscal, aumenta el número de proyectos culturales relacionados con museos.

Analizando este histórico, desde la creación del IBRAM se observa un aumento considerable en los recursos asignados por el Ministerio de Cultura, así como las recaudaciones del incentivo fiscal: 36 millones de dólares en 2009; 49,3 millones en 2010 y 72 millones en 2011. Sumando todas las inversiones, 2011 tuvo el récord con 106,6 millones.

El futuro

Incluso en un escenario afectado por la crisis económico-financiera mundial, el crecimiento de las inversiones en museos es estable. Éstos, además, son considerados infraestructuras turísticas claves para mostrar la cultura del país y frente a los grandes eventos que recibirá Brasil, como la Copa del Mundo en 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, acontecimientos que supondrán aún más apoyo al sector museológico.

Más inversiones en museos significan un mayor acceso a la cultura, más individuos capacitados para tratar con el patrimonio museológico, y más museos en buenas condiciones que preserven mejor más arte y más historia.