Estamos en 1923. Huelgas y asesinatos ahogan el país mientras el movimiento anarquista cobra fuerza entre un pueblo hastiado y empobrecido.

Los militares, con el general Primo de Rivera al frente, toman el poder para intentar salvarle el trono a Alfonso XIII e inician una brutal represión contra los anarquistas. Dos de los más significados, Buenaventura Durruti y Francisco Ascaso, conscientes de que no queda para ellos un lugar seguro en la península, aguardan exiliados en París la oportunidad de saldar cuentas cuando deciden emprender su desquiciada aventura americana.

Dos obreros más

Cruzarán el Atlántico en diciembre del 24 camuflados como dos obreros más entre los cientos de emigrantes que buscan algo de futuro. Pero hay una diferencia sustancial pues bajo ese disfraz se ocultan los dos anarquistas más famosos de la historia española que deciden dar el salto para, atracando bancos y lo que se tercie, lograr financiación para sus ideales libertarios.

Del otro lado del mar y tras el sueño revolucionario, Durruti y Ascaso tendrán detrás de sus talones al inspector de policía Valenzuela que se marca el obsesivo propósito de cazarlos.

La justicia de los errantes destila buena literatura. Nos dibuja un paisaje sobre la amistad inquebrantable de dos hombres convencidos de su ideario de justicia universal. Es fácil encariñarse con su propósito, nunca con los medios utilizados para lograrlo.

La justicia de los errantes

Jorge Díaz

Plaza & Janés

457 páginas