Denso y al tiempo fácil de leer, envolvente en cualquier caso, asistimos a la historia de un siglo a través de sus sonidos. Desde la Viena previa a la Primera Guerra Mundial hasta la explosión de creatividad que inundó el Paris de los años 20. Desde la Alemania nazi a la Rusia del comunismo, pasando por el desinhibido Nueva York de los 60, esta obra, que permite también una lectura a pequeños sorbos o a saltos, -de adelante atrás o de atrás a adelante-, nos conduce por la historia a través de la música que sonó en cada momento.

Ross nos muestra las conexiones entre los acontecimientos de cien años marcados por lo decisivo de sus avatares y lo que los compositores que, inspirados en lo que veían-sufrían-disfrutaban-vivían, dejaron escrito en las partituras.

Imprescindible

El resultado es un tratado imprescindible sobre un tiempo «fascinante, caótico y estridente». Una amena , -lo documentado no tiene por qué ser aburrido-, revisión no sólo de los artistas, sino también de los políticos, los dictadores, los patronos millonarios y los presidentes de empresas que intentaron controlar qué música se escribía; de los intelectuales, escritores, pintores, bailarines y cineastas que brindaron compañerismo en caminos de exploración solitarios, «de los públicos que vilipendiaron, ignoraron o se deleitaron con lo que estaban haciendo los compositores; de las tecnologías que cambiaron como se hacía y escuchaba la música y de las revoluciones, las guerras calientes y frías, las oleadas migratorias y las transformaciones sociales más profundas que remodelaron el paisaje en el que trabajaron los compositores».

Búsquense una buena butaca y disfruten de esta sinfonía de papel. No hay un solo acorde que desentone.

El ruido eterno
Escuchar al siglo XX a través de su música
Alex Ross
Traductor: Luis Gago
Seix Barral
800 paginas