El inicio de esta larga y complicada historia se remonta a 1501, cuando la obra, restaurada recientemente con la ayuda del Centro de Investigación y Restauración de los Museos de Francia, fue mencionada por primera vez en la correspondencia de Isabel de Este. A pesar de ello, Leonardo no dejó de perfeccionar esta ambiciosa composición, que dejó inacabada a su muerte en 1519. 

Gran incluencia

Esbozos, múltiples bocetos, dibujos preparatorios, estudios de paisaje y el magnífico cartón de la National Gallery de Londres –nunca expuestos juntos desde la muerte de Leonardo– ilustran, entre otras cosas, este largo viaje hasta la actualidad, donde numerosos expertos han tratado de investigar y meditar las diferentes soluciones propuestas por el maestro durante su largo proceso de realización.

Además, con el fin de dar una nueva dimensión a la naturaleza innovadora de la obra de Leonardo, la exposición también trata de situar la pieza en la tradición iconográfica del tema de la Virgen y el Niño con Santa Ana y se centra en la considerable influencia que tuvo esta creación en el arte italiano del siglo XVI y posterior, como los últimos homenajes realizados por Delacroix, Degas y Max Ernst que demuestran la gran repercusión que tuvo la obra de Leonardo.

El Museo del Prado ha prestado para la ocasión la copia de La Gioconda que conserva en sus colecciones desde su fundación.

París. Virgen y el Niño con Santa Ana. La última gran obra maestra de Leonardo. Museo del Louvre. 

Del 29 de marzo al 25 de junio de 2012.