Esta memoria sentimental retrata el paso de un joven de la adolescencia al mundo adulto en la década de los 50 del siglo pasado. La muestra presenta siete itinerarios que recorren la ciudad, atravesando diferentes barrios hasta llegar a la playa de la Malvarrosa, recogiendo el ambiente de sus calles, así como los edificios más significativos.

La Valencia de Vicent

A través de las fotografías y los textos, esta exposición pretende rescatar de la memoria la Valencia que Manuel Vicent -autor de libros fotográficos como Barcelona Silencis (1999), una visión poética sobre los silencios de la ciudad, y Roda el temps (2001), donde retrata las gentes y las costumbres de su pueblo, La Vilavella (Castellón)- conoció en sus años de estudiante, la cual, según el escritor, "no se ha sumergido por completo todavía en la historia ni ha caído totalmente bajo la piqueta o el oleaje del plástico."

Las fotografías expuestas capturan, por un lado, imágenes actuales de la ciudad, con un énfasis especial en los lugares que juegan un papel importante en la novela, como el casco histórico o la playa de la Malvarrosa. A través de un blanco y negro que refuerza la sensación de atemporalidad, Joan Antoni Vicent retrata rincones, edificios y establecimientos que han permanecido prácticamente intactos desde hace medio siglo, como plazas, mercados, hoteles y comercios tradicionales.

La exposición incluye también fotografías del rodaje de la adaptación cinematográfica de la novela (Tranvía a la Malvarrosa, José Luis García Sánchez, 1995), captadas por la cámara del mismo fotógrafo. De esta forma, a la realidad de una Valencia que permanece en pie y aun está viva se añade la atmósfera de la literatura y del cine para que se adentre en el territorio de los sueños a través de la ficción.

Rabat (Marruecos). La Valencia del tranvía. Instituto Cervantes.

Del 26 de marzo al 25 de abril de 2010.