Desde finales de los 80, Daniel Johnston (Sacramento, 1961) es una figura de culto. Un creador único con una historia personal dura y enternecedora, marcada por el amor, la religión, los conflictos familiares, el sufrimiento y sus problemas psicológicos, temas que están indivisiblemente ligados a sus dibujos a lápiz y rotulador. Una faceta que lleva desarrollando desde finales de los 70, cuando grababa maquetas con una rudimentaria grabadora de casete en el garaje de su casa, antes de convertirse en una leyenda de la música indie. A pesar de todo el fenómeno que se ha creado a su alrededor y de su deseo de dar a conocer su trabajo, él habla de sí mismo como una persona normal, «un niño que olvidó crecer y que pasa todo el día escribiendo canciones y dibujando».

Obsesiones y pasiones

La muestra, comisariada por Estela Aparisi e Iñigo Pastor, de Munster Record’s, parte de la colección personal del ex-manager de Daniel Johnston, Jeff Tartakov, y hace un recorrido por todas sus obsesiones, pasiones y angustias vitales, ofreciendo la posibilidad de oír sus cintas, pasear por sus dibujos y escuchar a los expertos evaluar su obra.

Además de un viaje por el universo de Johnston, supone un viaje personal en el que el espectador se siente identificado con muchas de sus imágenes y sus múltiples interpretaciones. Con la proyección del documental, las escuchas, los zoótropos y las proyecciones, se dibuja un perfil completo y se buscan conexiones entre todas las parcelas y facetas de su universo artístico.

 

 

Madrid. Visiones simbólicas. Una mirada al universo de Daniel Johnston. La Casa Encendida.

Del 20 de abril al 10 de junio de 2012.

Comisarios: Estela Aparisi e Iñigo Pastor.