Estas son algunas de las principales conclusiones de los tres días de trabajo celebrados en la Universidad de Salamanca con la presencia de más de 70 responsables del organismo que promueve la lengua española y la cultura de los países hispanohablantes. En la reunión se han establecido las líneas estratégicas de actuación para el próximo curso.

Novedades

Para conseguir ese doble objetivo, el Cervantes incluirá varias novedades. Por un lado creará más titulaciones acordes con un mercado cada vez más complejo y diversificado. Así, se podrá obtener por Internet el Diploma de Español como Lengua Extranjera (DELE) y se pondrán en marcha diplomas específicos para profesionales. Además aumentará el número de centros acreditados en todos los países y se incrementará la formación de profesores de español y la colaboración con las universidades, tanto españolas como extranjeras.

Por otro lado se reforzará la sostenibilidad en las acciones que realiza el Cervantes para la promoción del español y de la cultura en español. En esa línea, con la restructuración organizativa de la institución en su sede central en Madrid se ha puesto en funcionamiento una nueva área dedicada al análisis y la elaboración de estrategias a medio y largo plazo.

Fuente de riqueza

El Instituto seguirá trabajando para consolidar la lengua española como una fuente de riqueza. La institución, según se destacó en Salamanca, «produce ya grandes retornos para España, tanto en ingresos económicos como en empleo para las industrias culturales y para el turismo idiomático». Sólo el año pasado, el Cervantes ingresó 38 millones de euros por las actividades relacionadas con la enseñanza del español para extranjeros.

Además, la acción cultural adoptará una perspectiva profundamente iberoamericana, pues el Cervantes considera como su objetivo difundir la cultura de los 500 millones de hispanohablantes.