El mundo de Dzama hunde sus raíces en la historia de la ilustración tradicional, con referencias visuales que nos remiten a los clásicos de los años 20 y 30 del pasado siglo. Sin embargo, es como si es artista nos diera su versión perversa. Ha creado una iconografía personal, perfectamente reconocible, con personajes recurrentes que realizan acciones, sin bien difíciles de discernir, que crean un clima, un aura, lleno de humor, ironía, desasosiego y absurdo.

Personajes híbridos

Son personajes híbridos, animales personificados, objetos animados. Sus acciones se sostienen en el límite de la narración, incitando al espectador a buscar un sentido, una linealidad que no conduce a ninguna parte pero que le mantiene en vilo. Como si tuviéramos acceso a un instante único, no determinante, sin saber qué ocurrió antes o lo qué viene detrás. 

Técnicamente, se trata de acuarelas con una paleta de colores restringidos: el dominio del rojo, el marrón, verde, caqui, el gris y el negro. Los fondos del papel siempre están en blanco enfatizando esa referencia a la ilustración tradicional y en ocasiones añade un texto, ya sea una línea a modo de título o bien hasta llenar la página entera.

Para esta exposición, ha realizado un proyecto en el que ha dado rienda suelta a los motivos españoles. Casi como en el desfile de un circo se pasean Don Quijote, toros y toreros, bailaoras y un personaje nuevo en su mundo, perverso, vestido de lunares y de sexualidad ambigua, junto con detalles tomados de dibujos de Goya y citas de Federico García Lorca y del mismo pintor aragonés.

Ettore Spalletti

Ettore Spalletti nace en Cappelle sul Tavo en (Pescara, Italia) en 1940 y empieza a exponer a principios de los años 80. Ha participado en la Bienal de Venecia en varias ocasiones y su trabajo constituye un hito dentro del panorama italiano de las últimas décadas.

Sin duda alguna, la característica fundamental de su obra es la simplicidad formal: son monocromos, habitualmente en una serie de colores recurrentes (gris, azul claro, rosa y blanco) que a su vez dan título a la obra. Desde este mismo momento, el del título, Spallettti deja claro el objeto de su trabajo: lo que se ve es lo que es.

Son formas geométricas regulares, y casi siempre puras, en las que en ocasiones opera un pequeño cambio, un corte en diagonal que produce la aparición de otro plano: un matiz aparentemente mínimo que, sin embargo, constituye un cambio fundamental. Sus obras exentas son “columnas” o “vasos” que siguen apostando por la naturaleza geométrica al tiempo que reivindican su origen en el mundo clásico. Para el artista, pinturas y esculturas llegan a formar un todo con el espacio.

La influencia del fresco

Técnicamente, la pintura se aplica con el método que el artista denomina “impasto” y que vincula estas pinturas con el fresco, pero también las hace ganar en materialidad potenciado lo táctil y las aleja de la pintura de caballete para entrar en los dominios de la escultura y de la tercera dimensión. También utiliza los materiales puros: pigmentos y piedras en su color original sin mayor manipulación que el corte o el punto de vista.

Spalletti pretende desligarse del minimalismo y reivindica sus fuentes en el Renacimiento italiano. Sus colores son los de Piero de la Francesca o de Fran Angelico y su uso del pan de oro (que podría ser duramente criticado por Alberti) le aleja definitivamente del Arte Povera. Son obras que pretenden la belleza de una forma inequívoca, que aspiran a lo sublime de una manera incuestionable y que evitan la frialdad con una decidida apuesta por la sensualidad. Aquí, cada reflejo, cada brillo, cada sensación táctil, resulta fundamental. Spalletti entiende la contemplación de la obra de arte como una relación en la que el espacio y el tiempo cuentan.

La obra de Ettore Spalleti ha participado en la Documena 7 y 9 en Kassel, en la Bienal de Venecia en tres ocasiones y en los Proyectos de Münster y se ha expuesto en España en el IVAM en Valencia y el la Fundaciò la Caixa en Madrid y Barcelona.

Madrid. Marcel Dzama / Ettore Spalletti. Galería Helga de Alvear.

Del 14 de enero al 13 de marzo de 2010.