El artista afirma trabajar siempre partiendo de la memoria, desde su particular modo de recordar aquello que representa, de ahí el título de la exposición: «Nunca he pintado lo que veo […] actúo como un ciego funcional. Utilizo la vista solo para saber donde está cada cosa que necesito, el lienzo, los colores, el carboncillo y los lápices. Pero el lugar de donde salen las imágenes, el impulso que dirige mi mano, proceden de la memoria. No es la vista la que dirige mi mano, sino la memoria».

Realidad palpable

Pese a la inmediatez de estas obras, que transmiten al espectador una realidad palpable, no son de estilo naturalista. El modelo pierde la importancia, la pintura parece brotar libre dando paso a manchas de color imprecisas, y finos contornos negros que más que delimitar las formas las insinúan espontáneamente, sin transcendencia. La soltura aparentemente natural y despreocupada de los trazos y las pinceladas logran composiciones de gran contundencia.

Pinturas sobre lienzo y madera de grandes dimensiones, alternadas con formatos más pequeños sobre papel. Obras que exploran los límites entre el dibujo y la pintura, algunas muy luminosas y coloristas, otras buscando el claroscuro de los grises.

 

 

Barcelona. Alberto Corazón: Modos de recordar la lluvia. Marlborough Barcelona.

Del 29 de marzo al 30 de mayo de 2012.