La muestra se articula en torno a La Virgen y el Niño con los pecadores arrepentidos, una obra recientemente atribuida al artista de Flandes, y que se encontraba en sus orígenes en la antesacristía del Monasterio de El Escorial. El cuadro ha sido restaurado íntegramente para devolverle su esplendor original. Su factura ha permitido fecharlo entre los años 1621y 1627, la etapa en la que Van Dyck vivió en Italia y recibió una notable influencia de Tiziano, uno de sus pintores de referencia.

Temática religiosa

Junto a la obra que acaba de recobrar su autoría, la muestra exhibe otras del mismo artista. Entre éstos se encuentran Los Santos Juanes, El martirio de San Jorge, San Agustín, Sagrada familia, Cristo y la mujer adúltera y La Santa Cena, de temática religiosa. Este género tuvo una gran relevancia en la pintura de Van Dyck, especialmente durante su etapa italiana, donde entró a formar parte del taller de Rubens, para dedicarse, sobre todo, a la decoración de iglesias.

También se muestran piezas realizadas en colaboración con otros pintores como el Retrato de Fra Lelio Brancaccio, comendador de Malta, que Van Dyck pintó junto a Nicolaes Lawers; el San Agustín, realizado con Peeter de Jode y la Sagrada Familia, con Schelte Adams Bolswert.

Además de los cuadros del célebre pintor flamenco, la muestra exhibe material documental como el catálogo de 1817 de la Real Academia de San Fernando.

José María Luzón, director de la Academia, y Matías Díaz Padrón, director del Instituto Moll, son los impulsores de esta muestra. Ecos de Van Dyck es fruto de la colaboración de la Fundación Cajamurcia con la Real Academia, que ya ha cedido sus piezas en numerosas ocasiones para organizar exposiciones en Murcia como, entre otras, Ecos de Velázquez, El Westmorland, Recuerdos del Grand Tour o Floridablanca (1728-1808), la utopía reformadora.

El lienzo redescubierto

La Virgen y el Niño con los pecadores arrepentidos fue un regalo del duque de Medina de las Torres a Felipe IV. El rey donó el cuadro al Monasterio de El Escorial, cuya decoración se había encargado a Velázquez, y fue ubicado en una de las paredes de la antesacristía, donde permaneció colgada siglo y medio hasta su dispersión, tras la invasión napoleónica.

A la largo de los años, el patrimonio desaparecido se fue recuperando poco a poco; sin embargo, esta obra, guardada desde hace décadas en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, se tenía por una copia hasta que comenzó una investigación que ha dado como resultado la identificación documental y artística del lienzo de Van Dyck.

Murcia. Ecos de Van Dyck. Centro Cultural Las Claras.

Hasta el 8 de mayo de 2011.