Desde los remotos tiempos de Atapuerca hasta la originalidad del modernismo catalán, pasando por la biodiversidad de Ibiza o la poesía de la Alhambra, los bienes declarados Patrimonio Mundial permiten recorrer la historia de España, poniendo de relieve los elementos más sobresalientes que se han producido.

De Atapuerta a Gaudí

El pensamiento y la forma de actuar de cada momento se reflejan en los restos arqueológicos, en los monumentos, en los cascos históricos o en el paisaje que fruto de la labor del ser humano se ha ido modelando a lo largo del tiempo.

Este legado del pasado es el que permite comprender las líneas decisorias que han forjado la cultura española, con todas sus influencias y raíces. La riqueza natural y la biodiversidad forman igualmente parte de ese patrimonio común.

Valor universal

Como se explica en la presentación del nuevo portal, «la inclusión de bienes en la Lista de Patrimonio Mundial pone de manifiesto nuestra riqueza patrimonial, al tiempo que constituye una muestra del compromiso de las administraciones por su conservación. Debemos tener en cuenta que la declaración de Patrimonio Mundial no es un fin en sí mismo, sino el principio de un camino de responsabilidades y compromisos cuya finalidad es el mantenimiento del valor universal excepcional de estas manifestaciones en el futuro. En esta tarea de conservación resulta fundamental la participación ciudadana. El Patrimonio Mundial pertenece a todos y por ello somos responsables de su mantenimiento para legarlo en las mejores condiciones a aquellos que nos sucedan».

Nuestras 44 joyas (y su año de declaración)

1984

1985  

1986

1987

1988

1991

1993

1994

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2003

2006

2007

2009

2010

2011

2012