Vivos colores y caprichosas formas

La extensa muestra escultórica del artista, de vivos colores y caprichosas formas geométricas no carentes de mensaje y que recuerdan la frialdad de las máquinas modernas o a las piezas de ensamblaje industrial de grandes dimensiones, se despide definitivamente de la ciudad y de sus históricos rincones, como la Puerta de Bisagra, el Paseo de Recaredo, la anteplaza de San Juan de los Reyes o el Paseo del Tránsito, para ser trasladadas a otros lugares de la geografía mundial y en su mayoría a la ciudad de Abu Dabi, capital del emirato del mismo nombre.

Pero, como era de esperar, esta exposición que ha dado tanto que hablar por su fuerte impacto visual, esparcido por toda la ciudad, durante los últimos meses, va a dejar para la posteridad una huella constante en la capital castellano-manchega.

Columnas gemelas

El pasado día 6 de noviembre el concejal de cultura del Ayuntamiento, Ángel Felpeto, adelantaba la intención del consistorio de adquirir una o dos obras del escultor para que pasen a formar parte definitivamente del rico patrimonio artístico de la ciudad. En concreto, se refirió a Columnas gemelas, ubicada en la rotonda nueva del barrio de Santa María de Benquerencia, y la segunda podría ser la que se encuentra frente a la salida de la estación de ferrocarril, que tampoco ha sido retirada.

Así pues, es bastante probable que la ciudad de Toledo se una a ciudades como Tokyo, Nueva York, Berna, Río de Janeiro, La Habana o Ciudad de México, en cuyo entorno urbanístico se puede contemplar la labor artística del mexicano.

La obra de “Sebastián” ha obtenido numerosos galardones a lo largo de su trayectoria. Algunos ejemplos son el reciente doctorado honoris causa por la Universidad mexicana de Colima (2008), el Superior Prize del Museo Japonés Hakone Open Air (1987) y el Premio del Jurado de la Trienal Internacional Gráfica de Noruega (1984).