Durante la gala se rindió homenaje a personajes que han demostrado su dedicación y apoyo hacia esta diversidad en el ámbito artístico. En un primer momento, durante el cóctel y la posterior cena junto al templo de Dendur, Samuel L. Jackson, Robert De Niro y Olga de Amaral con sus respectivos cónyuges. Por otro lado, el jugador de los New York Knicks Carmelo Anthony fue el principal homenajeado durante un baile de gala al que asistieron entre otros, la secretaria de Asuntos Sociales de la Casa Blanca, Desiree Rogers.

Negro y satén

Por supuesto, no podia faltar entre esa multitud de corbatas negras y trajes de satén la presidenta del museo, Emily Rafferty, como principal representante de la institución. Durante la primera parte de la fiesta pudo observarse la absoluta timidez de las estrellas de cine a la hora de contestar preguntas. Algo más asequible, el director Spike Lee comentó ante los periodistas que la promoción de la diversidad cultural como algo muy positivo que no debe ser sólo cosa del Metropolitan sino de todos, ya que, según el censo de Estados Unidos, se prevé que en 2035 la población blanca quedará desbancada de su primer puesto.

Se habló de arte sobre los lujosos sillones de vinilo dorados y, tras el cubierto de 1.500 dólares, se comentó acerca de futuros eventos artísticos en compañía de cócteles y canapés de diseño, y Donna Williams, directora del programa del MADI en el Met, invitó a echar un vistazo a la extensa exposición de escultura Heroic Africans: Legendary Leaders, Iconic Sculptures, que reúne más de un centenar de obras maestras procedentes de ocho culturas y tradiciones de África del Este y Central, todas ellas creadas entre el siglo XII y el XX.

Distracciones sofisticadas

La visita durante el cóctel permite a las féminas pasear sus exquisitos vestidos por las salas extrañamente vacías del museo. Aparte de este particular paseo, las actuaciones en directo de músicos y bailarines amenizaron la velada, incluyendo Tango Conspiracy, percusionistas marroquíes, flautistas nativos americanos o una compañía de danza tradicional del abanico del New York Chinese Cultural Center, un buen ejemplo de la naturaleza multicultural de la noche.

Es cierto. La presencia de un senador palidece ante una estrella del celuloide. No obstante, durante la celebración del Met pudo observarse cómo tanto unos como otros son necesarios: la promoción y la financiación siempre van de la mano y, por lo menos es esta ocasión, el Metropolitan pudo presumir no sólo de glamour sino de ser partícipe de una iniciativa tan positiva como la creación y promoción de programas que ayuden a concienciar sobre la diversidad cultural, la tolerancia y el aprendizaje.