El también escritor Adolfo Alonso Ares, comisario de una próxima exposición que mostrará los dibujos de Crémer, considera que el autor "ha dicho tantas cosas a lo largo de su vida que ahora parece querer decir otras de una forma intencionadamente ininteligible, que no significan nada o no ha querido explicarlas. Simplemente las ha llamado garabatos".

Manuscritos y garabatos

La muestra, titulada Manuscritos y Garabatos, tendrá lugar en Burgos, a partir del 26 de diciembre, en el Palacio de la Isla, sede del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, donde se podrá contemplar por vez primera la obra gráfica de Crémer, recientemente galardonado con el Premio Gil de Biedma de Poesía por su libro El último jinete (2008), y donde, según Alonso Ares, se pretende presentar al Crémer contemporáneo, que con 102 años gana el Premio Gil de Biedma, escribe una columna en Diario de León y sale de casa a diario.

En la misma línea que otros poetas como José Hierro en los últimos años de su vida, Francisco Pino con sus "poeturas" o Rafael Alberti con sus "líricografías", el centenario escritor leonés se estrena ahora con cerca de una treintena de pequeños dibujos y trazos simbólicos rotulados en tinta roja, verde y amarilla. Abundan los círculos y cuadrados incompletos, cerrados o a medio abrir y con trazos en su interior que trasladan la percepción de ebullición, de movimiento, y que, como una metáfora de lo que ha sido su vida, bien pueden considerarse como una ruptura, una señal de rebeldía obsesiva, como ha manifestado también el escritor Gonzalo Santonja, director del Instituto de la Lengua.

Así lo hizo Crémer, nacido en Burgos y afincado desde niño en León, cuando durante la primera posguerra civil fundó en esta capital la revista literaria Espadaña como cauce expresivo de la poesía desarraigada, social e incluso existencial. Los dibujos se acompañarán de una selección de textos manuscritos, principalmente poemas -algunos inéditos-, quien antes de dedicarse de lleno a las letras voceó periódicos, ofició como mancebo de botica, ejerció de tipógrafo y desempeñó, como en la actualidad,  el periodismo.