Parte todo de la aparente simplicidad de una historia que nos cuenta que al fallecer su mejor amiga, aquella con la que tuvo complicidad desde la infancia, Claire (Anaïs Demoustier atrapa materialmente al espectador) cae en una profunda depresión. Pero un sorprendente descubrimiento relacionado con el marido de la amiga no sólo le devolverá las ganas de vivir, sino que le hará dar pasos inimaginables antes de que esa revelación se produjese.

Hasta ahí el andamio de un guion trabajado con una maestría marca de la casa. La cámara mira, ve, sugiere, indaga, se adelanta y crea en el espectador ansiedad… y después le lanza la sorpresa de lo inesperado. Ese inquietante factor es una de las señas de identidad del director francés.

Ozon navega como pez en el agua al dejar la credibilidad de lo establecido en suspenso. Al crear personajes inusuales. Al saltar de un tema a otro, dentro incluso de la misma película, y con la sutil precisión de un bisturí, ahondar en el lado oscuro de las cosas para, con dos brochazos, con dos planos aparentemente banales, aportar luz, apuntar ideas y crear inquietud.

Búsqueda

Una nueva amiga participó en el último Festival de San Sebastián, donde logró el Premio Sebastiane, que se otorga a las películas que reflejan los valores de la diversidad sexual. De hecho se sirve de la muerte y el duelo para, entre frecuentes toques de humor, hablarnos de la búsqueda de la identidad sexual y su fragilidad.

Romain Duris (Una casa de locos, Las muñecas rusas) y Anaïs Demoustier (Crónicas diplomáticas, Las nieves del Kilimanjaro), dos de los talentos del nuevo cine francés, son los protagonistas bien arropados por Raphaël Personnaz, Isild Le Besco, Aurore Clément y Jean-Claude Bolle Reddat. Todos sólidos en sus respectivos papeles, aunque la mezcla de dulzura y atrevimiento de Demoustier brille muy especialmente.

François Ozon señaló en la presentación en España de su propuesta que la novela de Ruth Rendell en la que se basa la leyó hace veinte años y ya entonces le había causado una gran impresión. «Estaba ahí, dando vueltas en mi cabeza. Tenía que llevarla al cine».

Y ahí está hecha realidad. Provocativa y lúcida. Transgresora, sólida y sugerente. Para algunos, acaso le sobre a Una nueva amiga su última vuelta de tuerca. Una secuencia final (dos minutos) que acaso, sólo acaso, no añada nada sustancial.

Pero, lo dicho, el conjunto constituye una nueva lección de cine de quien cada día se consolida como uno de los más interesantes directores de la nueva hornada europea. Ese que hace que a través de Una nueva amiga nos preguntemos qué, quiénes somos sexualmente.

Una nueva amigaUna nueva amiga Cartel
Dirección: François Ozon
Guion: François Ozon (Basado en Su nueva amiga, de Ruth Rendell)
Intérpretes: Anaïs Demoustier, Romain Duris, Raphaël Personnaz, Isild Le Besco, Aurore Clément, Jean-Claude Bolle Reddat
Fotografía: Pascal Marti
Música: Philippe Rombi
Francia / 2014 / 106 minutos