En 1564 nació William Shakespeare, en Warwickshire, al sur de Birmingham. Coincidiendo con esta efeméride y con los homenajes puestos en marcha por diversas instituciones, el Museo de ABC se acerca a su obra a través de los dibujos de Pablo Márquez. El artista madrileño interpreta las obras del escritor sobre papel de arroz, centrándose en momentos singulares de su relato. Un trabajo que sigue el hilo argumental de las obras pero que goza de entidad propia.

El trabajo de Márquez no ha sido el de narrar una escena sino que ha creado dibujos con una personalidad particular. Se presentan tres series o suites en torno a La tempestad, a Sueño de una noche de verano y una última de botánica, que se inspira en las múltiples referencias a flores y plantas que el artista ha encontrado en algunas obras del escritor.

Inspiración

Para las tres series, Pablo Márquez se ha servido de tres fuentes diferentes. En La tempestad se inspira en mapas bélicos del siglo XVI, según el autor «porque eran coetáneos con la época de Shakespeare. La isla que aparece en esta obra se dice que es Malta, y casualmente encontré un mapa de guerra de Malta del año 1560». Por otro lado, también ha utilizado las estampas y grabados del artista de quattrocento Andrea Mantegna, «porque los personajes tipo que utiliza cuadraban muy bien con lo quería».

Con respeto a Sueño de una noche de verano se acerca como si estuviera creando bocetos de una utópica representación. Para ello utiliza figurines de ballet del siglo XVII y «unas arquitecturas de teatro de cómo eran las escenografías de ese mismo siglo y del XVIII». Para ello ha realizado cinco esculturas que completan la exposición. Se trata de bustos que hacen hincapié en el aspecto teatral de la muestra.

Finalmente, en la última serie, la dedicada a la botánica, la inspiración nace de la observación del artista de la bellas y poéticas referencias que Shakespeare hace a flores y plantas. Para llevar a cabo estos dibujos, Márquez eligió como guía imágenes de la botánica de Leonardo da Vinci. «Los papeles de esta serie están encerados consiguiendo el efecto de pergamino». «La idea original es que sólo estuvieran los textos desnudos, porque la propia exaltación que hay de la poesía en todas las referencias a la botánica hace que el propio lector cree su propia imagen mental. Al final lo he acompañado de unos pequeños dibujos, pero son mínimos», concluye Márquez.