Ahora, el Museo Thyssen-Bornemisza le dedica una exposición en la que están representadas las principales fases creativas de su carrera. El visitante puede así apreciar su papel fundamental en el desarrollo de la abstracción geométrica de posguerra y conocer, al hilo de sus principios y reflexiones teóricas, los experimentos que realizó para integrar el arte en la sociedad.

Organizada con fondos del Museo Vasarely de Budapest, el Museo Victor Vasarely de Pécs y la Fundación Vasarely de Aix-en-Provence, además de destacados préstamos de colecciones privadas, la muestra pretende ofrecer una visión global de la vida y obra del pintor húngaro, quien realizó lo mejor de su producción en Francia.

La exposición está organizada en ocho secciones siguiendo un orden cronológico, precedidas de un primer espacio dedicado a las Estructuras Vega, una de sus series más conocidas, realizada en la cumbre de su carrera y cuyo nombre deriva de la estrella que más brilla en las noches estivales del hemisferio norte.

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