El edificio que alberga el Teatro Fígaro es obra del arquitecto Felipe López Delgado, un creador que decantó su obra hacia el estilo racionalista. Originalmente, el inmueble fue diseñado exclusivamente para dar cabida a proyecciones cinematográficas, aunque en el curso de su construcción se decidió adaptarlo para representaciones teatrales e instalar en la sala un pequeño escenario, que fue ampliándose con el paso de los años. Su inauguración se remonta a noviembre de 1931, con un diseño que sirvió para que Felipe López Delgado fuera distinguido con la segunda medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1932.

La época de esplendor del Teatro Fígaro da comienzo a finales de la década de los años 60 del pasado siglo, cuando se decide que su programación esté integrada exclusivamente por representaciones teatrales. Desde entonces y hasta la fecha presente, muchos han sido los estrenos memorables y las funciones inolvidables que ha vivido el Teatro Fígaro, aunque en su momento no fueran solo de comedia o humor.