Nace en 2003 en París gracias a Martine Franck y a su hija Mélanie, con el fin de preservar y mostrar el legado de la obra de Henri Cartier-Bresson. Su objetivo no sólo es el de mantener el patrimonio del fotógrafo sino también mostrar el trabajo de otros fotógrafos, pintores, escultores…, y fomentar la creatividad a través de un programa de subvención bienal que proporciona apoyo financiero a un proyecto de fotografía seleccionada por un jurado internacional.