El Museo de Arte Asiático de San Francisco (EE.UU.) acoge desde hoy viernes, 21 de octubre, Maharajá: el esplendor de las cortes reales indias, una exposición organizada por el Victoria and Albert Museum de Londres que incluye más de 200 objetos traídos directamente de India.

Esta es la primera muestra realizada hasta la fecha que explora de manera exhaustiva el fastuoso mundo de los maharajás y su extraordinaria cultura de mecenazgo artístico.

La muestra abarca un período de más de 200 años, que comprende desde 1700, cuando comienza este fenómeno de los «grandes reyes», hasta 1947, año en que India consigue finalmente su independencia de Inglaterra.

Fascinante época

A través de las piezas contenidas en la exposición es posible adentrarse no solo en el contexto histórico y social de esa fascinante época, sino también comprender la importante labor de mecenazgo que desempeñaron estos soberanos, destinada a engrandecer su estatus real y a reafirmar su identidad como monarcas absolutos.

Entre las obras maestras incluidas en la exposición destaca el afamado trono que perteneció al maharajá sikh Rangit Singh, el collar Patiala de Cartier, fotografías de Man Ray y Cecil Beaton o el carruaje con decoración de plata realizado para el maharajá de Bhavnagar en 1915.

Distintos roles

La exposición contempla varias secciones, que van marcando el continuo cambio de rol que desempeñaron los maharajás a lo largo de su historia, siempre consecuencia del contexto histórico al que pertenecieron. También la evolución de sus gustos y preferencias en cuanto a los ostentosos lujos se refiere queda perfectamente reflejada.

De esta manera, la primera sala de la exposición introduce al visitante la idea del «rajadharma» o «deber real», explorando las diversas conductas, aptitudes y protocolos que debía adoptar el maharajá. Sus deberes abarcaban aspectos militares, administrativos y diplomáticos, así como de mecenazgo de las artes. Destacan en esta sección espadas, elaboradas joyas para turbantes y otros símbolos de la realeza india.

La siguiente sección, en Hambrech Gallery, explora la imagen del maharajá como incuestionable líder político, religioso y militar, símbolo público de autoridad, idea que se materializa mediante armas o pinturas. Por otro lado se exponen también en esta sección instrumentos de música o juegos, que se refieren al aspecto de ocio palaciego.

Al servicio británico

The Osher Gallery se adentra en los cambios de poder acaecidos a partir de principios del siglo XVIIII, consecuentes de la desintegración del Imperio Mogol, que provocó un período inestable de disputas territoriales entre los distintos reyes. Paralelamente a esta situación, esa época también fue testigo de la rápida expansión territorial de la Compañía Británica de las Indias Orientales, lo que generó un estilo híbrido anglo-indio reflejado en objetos como el servicio de mesa firmado por la marca británica Spode o una silla de estilo egipcio diseñada para el Nawab de Awadh.

Todo este alarde de ostentación y de lujos continuó en las cortes Indias hasta la época del Raj –administración británica– cuando los maharajás perdieron su poder real, quedando éste al servicio de la corona británica. Los soberanos indios mantuvieron por un lado sus costumbres sociales y culturales aunque bajo formas de gobierno occidentales, es decir, que los príncipes se vieron obligados a vivir como estereotipados maharajás aunque con comportamientos y muchas veces mentalidad propia de un verdadero gentleman. Esta ambigüedad se pone de relieve en la muestra, con una serie de fotografías de los monarcas ataviados a la manera india y a la inglesa, imágenes tomadas a su vez por célebres artistas indios y también occidentales como Ravi Raja Varma o Man Ray, respectivamente.

Occidentalización

Finalmente, el afán de «modernización» a la manera occidental así como el mecenazgo de los maharajás con firmas europeas se pone de manifiesto en la sección última de la exposición, donde pueden verse joyas expresamente fabricadas para ellos por reputadas firmas europeas como Cartier y Van Cleef & Arpels, saris diseñados por las casas de alta costura francesas, un lujoso Rolls-Royce o un baúl de viaje de Louis Vuitton.

Como complemento a esta exposición, en la tercera planta del museo se pueden contemplar otras obras muy significativas pertenecientes a colecciones privadas y fondos del propio museo.