Damien Hirst, precisamente uno de los artistas que más controversia ha creado y con más frecuencia ha recurrido a espectaculares montajes escénicos para dar notoriedad a su obra, se enfureció al enterarse de que un antiguo compañero de piso había encontrado su diario personal, que había dado por perdido y olvidado hace casi 20 años.

Las anotaciones hechas por Hirst incluyen bastantes comentarios amorosos dirigidos a Maia Norman, una glamourosa diseñadora de moda californiana de la que el artista estaba entonces profundamente enamorado y que más tarde se convertiría en su pareja. «Eres la chica más bella del mundo»,»Te amo tanto…», escribía por entonces el posterior autor de la calavera con diamantes o el tiburón en formol.

El diario fue encontrado junto con algunos primeros bocetos de Hirst por Dean Whatmuff, un artista contemporáneo que solía compartir casa con Hirst en la década de los 90. Acababa de hacer una mudanza y al abrir las cajas descubrió que algunas de las pertenencias del famoso artista se habían confundido accidentalmente con las suyas.

Whatmuff pensó en exhibir el diario y el cuaderno de bocetos –también dentro de una vitrina de cristal– en un evento artístico llamado Plus Art Show, que se celebra coincidiendo con la Frieze Art Fair, una feria que atrae a Londres a muchos de los mejores y más ricos coleccionistas de arte del mundo.

En declaraciones a la prensa londinense, Whatmuff afirma: “Yo era un buen amigo de Damien y pensé que eran unos objetos interesantes desde un punto de vista histórico, pero cuando Damien se enteró de que los iba a exponer se molestó muchísimo y amenazó con acudir a la policía”.

Comprensible preocupación

De hecho, Hirst envió a un representante unas pocas horas antes de la inauguración del Salón de Arte con el encargo de recuperar su propiedad. Tanto el diario como el cuaderno de bocetos fueron retirados rápidamente de la exposición y entregados al reclamante.

Jude Tyrell, director de Science, la compañía de producción de Hirst, ha declarado: «El diario ha vuelto a su legítimo propietario. Damien no tenía conocimiento ninguno de que estuviera en posesión de Dean Whatmuff junto con el cuaderno de bocetos y ha manifestado una comprensible preocupación porque le sean devueltos».

El diario perdido contiene también entradas con comentarios de cenas celebradas con algunos colegas como Jay Jopling, su marchante por aquella época, así como ideas para trabajos en curso y diversas anotaciones planificando la organización de sus entonces avanzadas exposiciones. Si finalmente hubiera estado incluido en la exposición,  podría haber sido vendido fácilmente a cualquier coleccionista por una cantidad muy elevada.

Fotografía por Dave Benett