Hace un par de semanas, en una recepción, la recientemente nombrada ministra de Cultura Ángeles González Sinde conoció a los responsables del Museo de América, en el distrito de Moncloa. En la conversación surgió el tema de que los fines de semana, este centro organizaba talleres para el público infantil y para que los pequeños se familiaricen con el ocio museístico.

La ministra, muy prudente, preguntó si podría acudir con su hija. La respuesta fue, lógicamente, que la ministra sería siempre bienvenida en una de “sus” casas. Dicho y hecho. Ese mismo domingo la ministra de Cultura  llevaba a su hija a disfrutar de la oferta infantil del Museo. Desde luego eso se llama «predicar con el ejemplo».