El cine de Costa-Gavras está jalonado de proyectos arriesgados. Reciente ganador del Premio Donostia en la última edición del Festival de San Sebastián por su «rayectoria y compromiso político y social», vuelve a la carga con otra tragedia humana. Adults in the room aborda un tema universal: una historia de personas atrapadas en una red inhumana de poder.

Como apunta el propio director: «La compleja sucesión de reuniones del Eurogrupo, que imponen a Grecia la dictadura de la austeridad y que ignoran cualquier signo de humanidad y compasión». Una trampa claustrofóbica sin salida que ejerce una presión brutal sobre los protagonistas que acaban dividiéndose.

Una tragedia en el sentido de la antigua Grecia, donde los personajes no son ni buenos ni malos, sino que se ven arrastrados por las consecuencias de su concepto de lo que deben hacer.En definitiva, una tragedia de plena actualidad.

Basada en el libro de Varoufakis (que no intervino en el guion definitivo), la película refleja la lucha que mantuvo contra el Establishment durante las negociaciones del rescate a Grecia en plena crisis del euro. Un duro enfrentamiento que tuvo en ascuas a medio mundo.

Ante la pregunta de las razones que le movieron a embarcarse en un proyecto tan complejo, Costa-Gavras no duda: «Me parecía evidente y necesario hacerlo. Cuando reflexionamos sobre la crisis económica griega más de diez años después de su estallido en 2008, da la impresión que olvidamos que los responsables de esa crisis son los gobiernos que habían dirigido el país casi 30 años, es decir, Nueva Democracia (derecha) y el PASOK (socialista). Ambos partidos permitieron que se acumulara, por incompetencia y/o espíritu de clientelismo, una gigantesca deuda de 320.000 millones. Una deuda imposible de pagar. Mientras tanto, Francia y Alemania vendían sin ningún escrúpulo sus productos, automóviles y otros, muy en particular los que fabricaba su industria militar, a un país que sabían que estaba sobreendeudado. Y mientras tanto, la Comisión Europea hacía la vista gorda».

Y el cineasta cuenta que en 2015, Michèle Ray (productora y esposa del realizador) produjo una película en Salónica en plena crisis del cierre de los bancos griegos. «Fue entonces cuando, el 14 de julio, me envió una entrevista con Yanis Varoufakis en el New Statesman con un comentario lapidario: ‘Aquí hay una película’. Desde el comienzo del estallido de la crisis me pareció que el país estaba entrando en un largo y dramático periodo, uno más desde su fundación como Estado-Nación en 1821. La idea de una película surgió cuando comprendí la trampa de empobrecimiento e impotencia en la que estaban atrapados la mayoría de los griegos».

Los hechos

Año 2010.- El Estado griego quiebra y amenaza con llevar a la bancarrota a los bancos franceses y alemanes. Ante el inminente colapso de la Zona Euro, los gobernantes de Europa deciden conceder a Grecia el mayor préstamo de la historia, pero sus condiciones conllevan el colapso total de su economía.

Para supervisar este préstamo, crean la Troika: funcionarios de la Comisión Europea (CE), del Banco Central Europeo (BCE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) que actúan bajo la cobertura política del Eurogrupo (ministros de finanzas del euro).

El préstamo rescata a los banqueros, pero los ciudadanos europeos son los que lo asumen, no solo los griegos. Los líderes europeos lo saben. Christine Lagarde (FMI) llega a decirle a Varoufakis: «No puede funcionar. Pero hemos invertido demasiado capital político y no podemos volvernos atrás».

Las medidas de austeridad que se imponen a Grecia, es decir el «precio» del préstamo de 2010, provoca una recesión espeluznante. En 2012, un segundo préstamo aún mayor va acompañado de un segundo plan de austeridad. Grecia pierde el 27% de su PIB y su deuda se dispara. Un millón de personas pierden sus empleos, las pensiones caen un 45%, los salarios un 40%, los jóvenes comienzan a emigrar en masa, las tasas de suicidio y mortalidad infantil se disparan… En 2014, el 60% de los niños viven por debajo del nivel de pobreza.

2011-2014.- SYRIZA, la Coalición de la Izquierda Radical liderada por Alexis Tsipras, triunfa por primera vez en unas elecciones generales. Tsipras nombra a Varoufakis ministro de Finanzas y le encarga la tarea concreta de renegociar la deuda para poner fin a la austeridad y hacer frente a la crisis humana. Varoufakis negocia una reestructuración de la deuda, tipos impositivos más bajos y el fin del acoso a los ciudadanos más débiles.

2015.- La Troika se niega a discutir sus propuestas y quiere que lo retiren de las negociaciones. Varoufakis está cada vez más aislado dentro de su propio Gobierno y le dan un ultimátum: aceptar nuevas y gigantescas medidas de austeridad y abandonar las conversaciones sobre la reestructuración de la deuda, o salir del euro. Al final, Tsipras somete el ultimátum al pueblo griego en forma de referéndum. A pesar del voto NO emitido por el pueblo, el Gobierno griego se pliega a las peticiones de la Troika. Al día siguiente, Yanis Varoufakis presenta su dimisión.

Adults in the room (Comportarse como adultos)

Dirección: Costa-Gavras

Guion: Adaptación de Costa-Gavras del libro homónimo de Yanis Varouzakis

Intérpretes: Christos Louis, Ulrich Tukur, Alexandros Bourdoumis, Daan Schuurmans, Christos Stergioglou, Josiane Pinson, Cornelius Obonya y Valeria Golino

Fotografía: Yorgos Aravanitis

Música: Alexandre Desplat

Producción: Michèle Ray-Gavras y Alexandre Gavras

Francia, Grecia / 2019 / 124 minutos

Distribución: Wanda Visión