Gabrielle (magnética desde el primer plano) es una joven con Síndrome de Williams, una dolencia que cursa con retraso mental, generalmente leve, que provoca falta de empatía, al tiempo que como la ciencia y la experiencia apuntan configura personas muy afectuosas y con una especial sensibilidad para ciertas disciplinas, especialmente la música.

Siguiendo ese patrón caracterial, Gabrielle tiene una contagiosa alegría de vivir y un talento musical excepcional. Además está enamorada. Desde que conoció a Martín en el centro de ocio donde ensayan los miembros del coro al que pertenecen, han sido inseparables. Magnífico Alexandre Landry, que hace de su premiada interpretación en el Festival de Gijón uno de los pilares esenciales del buen vuelo final de todo el proyecto. Chica conoce a chico: hasta ahí todo bien.

Interrogantes

Pero la cosa se tuerce cuando el entorno interviene y comienza a cuestionar la relación por el hecho de que sean «diferentes». Gabrielle lucha con esperanza para ganar cuotas de independencia, derechos y libertad, pero tiene que vérselas con tópicos y prejuicios y alzarse por encima de sus propias limitaciones. Todo con tal de vivir un amor muy lejos de lo que otros consideran «normal».

Sin dogmatismos ni crispación, Gabrielle deja sobre la pantalla buen número de interrogantes. Quien la vea, probablemente se vea abocado a rebobinar algunos de sus planteamientos sobre la sexualidad y los afectos de los que catalogamos como discapacitados intelectuales.

Gabrielle CartelGabrielle
Dirección: Louise Archambault
Guion: Louise Archambault y Valérie Beaugrand-Champagne
Intérpretes: Gabrielle Marion-Rivard, Alexandre Landry, Mélissa Désormeux-Poulin y Vincent-Guillaume Otis
Música: François Lafontaine
Fotografía: Mathieu Laverdière
Productora: Micro_scope
Distribuidora: Karma Films
Canadá / 2013 / 103 minutos