Chromatics – «Kill for Love» (2012)
551
post-template-default,single,single-post,postid-551,single-format-standard,bridge-core-3.1.0,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,qode_grid_1300,qode-content-sidebar-responsive,qode-child-theme-ver-1.0.0,qode-theme-ver-19.1,qode-theme-bridge,disabled_footer_bottom,qode_header_in_grid,wpb-js-composer js-comp-ver-7.6,vc_responsive

Chromatics – «Kill for Love» (2012)

La portada de «Loveless» (1991) de My Bloody Valentine era una fotografía distorsionada y oscurecida de una guitarra, en sintonía con las capas ruidistas de sus canciones shoegaze. La portada de «Kill for Love» (2012), sin embargo, muestra unas imágenes caladas de un guitarrista con chaqueta vaquera con iluminación artificial típica de la publicidad de los 80. Es el mismo concepto de guitarras irreales, pero sin duda el álbum de Chromatics tiene una claridad especial.

 

Johnny Newel fundó el sello «Italians do It better» para desarrollar la gran multitud de proyectos en los que estaba involucrado: Glass Candy, Desire, Symmetry… En todos ellos usa sintetizadores analógicos que dan ese tono evocador que tanto funcionó a principios de los 2010s. En Chromatics se suma la suave voz de Ruth Radelet y las guitarras atmosféricas de Adam Miller, obteniendo un sonido más cercano al dream-pop. Canciones sugerentes, oníricas; una fantasía de neón, tan irreal como irresistible.

 

Define la década porque Chromatics dieron en la(s) tecla(s) del sonido retromaniaco de los 2010s; Newel estaba en la órbita de «Drive» (2011), la película que impulsó la moda del sintetizador analógico, pero con «Kill For Love» se mezcló con noise-pop, que le dio un brillo y una ensoñación especial. Por eso David Lynch contó con ellos para su obra magna «Twin Peaks: The Return» (2017), porque Chromatics recuerda a esa Julee Cruise cantando en el Roadhouse, pero con un sonido nuevo y a la vez antiguo, como si hubieran descubierto un momento en la historia que nunca existió.

No Comments

Post A Comment