Radiohead – «Daydreaming» (2016)
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Radiohead – «Daydreaming» (2016)

Después de definir el pop-rock de los 90s con «The Bends» (1995) y «OK Computer» (1997), y la música popular de los 2000s con «Kid A» (2000) y «Amnesiac» (2001), Radiohead habían llegado a cotas creativas e influyentes difícilmente alcanzables y repetibles. Su tercera edad llega con el lanzamiento de «In Rainbows» (2007) en la que definitivamente se alejan de la presión de marcar tendencia constantemente, para centrarse en el pop como expresión pura, buscando más la excelencia que la trascendencia.

 

En «Daydreaming» de su disco «A Moon Shaped Pool» (2016) escuchamos a un grupo maduro haciendo una balada, algo que en otras bandas de pasado tan efervescente podría ser signo de decadencia, en Radiohead se siente como su evolución lógica porque, como en todo arte, no importa el qué sino el cómo. La composición triste, (puede que influida por la ruptura de Thom Yorke con su compañera de toda la vida Rachel Owen) está sostenida en un ambiente espectral, electrónico y clásico en el que se enlaza el talento en la producción de Nigel Gondrich (que grabó en cintas con grabadoras analógicas multipista) y los arreglos de Jonny Greenwood (tras su experiencia como compositor de las bandas sonoras de Paul Thomas Anderson).

 

Define la década porque a pesar de haber perdido el grandísimo peso e influjo que tuvieron anteriormente, Radiohead siguen siendo unos músicos excelentes que definen ahora la madurez en la música, una etapa que no copa portadas de revistas de tendencias pero que hacen las delicias del melómano y del oído inquieto. Madurez como crecimiento y no como envejecimiento.

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