Cuando Geoff Barrow (Portishead) escuchó lo que era capaz Mario Batkovic de hacer con el acordeón, le invitó inmediatamente a unirse a su banda Beak> en sus directos. Tras meses de convivencia, Barrow decidió publicarle un disco en su sello, Invada Records, una discográfica que a priori no casaba con un músico de formación tan clásica como Batkovic, pero que resultaría ser una acertadísima apuesta.

La intención de Mario Batkovic es explorar la sonoridad y musicalidad de este anacrónico instrumento sin usar efectos ni filtros. Pasó un año trabajando en una forma de grabar el acordeón de la manera más pulcra posible y desde que suena la primera pieza del disco, «Quartere», entiendes que este no es el instrumento que has asimilidado como parte del folclore popular europeo. Batkovic realiza minimalismo y expresionismo, afirma que su música es como él. «Una mezcla de barroco, contemporáneo, kitsch, oscuro, profundo, dulce, triste.» y no le falta razón. Con sólo un instrumento llena todo el espacio sonoro y el espectro emocional.

Define la década porque discos como «Mario Batkovic» (2017) demuestran que incluso los instrumentos más arcaicos y desfasados pueden tener futuro. Su música hipnótica consiguió que le llamaran para participar en la banda sonora del Red Redemtion 2, donde coincidió con su homólogo en el saxofón Colin Stetson. Como él, intenta dominar su instrumento con una técnica excelsa pero siempre al servicio de la emoción. «Quartere» es euforia y tristeza, austeridad y grandilocuencia.