A principios de los 2010s, el indie en España salió de su cueva para conquistar al gran público y copar los carteles del creciente número de festivales nacionales. La crisis económica y el acceso a Internet habían rebajado la venta de discos, pero provocaron que bandas como Vetusta Morla o Love of Lesbian, con su formato underground, fueran descubiertas y triunfasen a lo largo de la geografía con su actualización del pop-rock.

Triángulo de Amor Bizarro no eran tan conocidos como las bandas emblema de la escena, pero sí reconocidos; desde el primer momento se situaron en la criptocracia del indie, un gobierno en la sombra que recogía la tradición noise de los noventa y la llevaba a nuevas cotas. En «Año Santo» (2010) encontramos «De la Monarquía a la criptocracia», un chute de adrenalina pop revestido por las habituales capas distorsionadas de guitarras que cabalgan a ritmo de una línea de bajo trotona. Ruido y melodía para hablar sobre la mentira y cómo librarse de ella. 

Define la década porque «De la Monarquía a la criptocracia» es un clásico instantáneo del indie patrio; un melocotonazo dulce y maduro, listo para reventar conciertos en cualquier comarca de la piel de toro. Triangulo de Amor Bizarro han despuntado con experimentos pop de ruido contenido y esta canción, sin ser fielmente representativa de su variopinta discografía, es uno de sus mayores hits.