Cuando una mujer está embarazada se replantea el lugar donde vive y cómo vive. Hay mudanzas, reorganización de la casa… «Síndrome del nido» se llama, un incontenible impulso de reordenar y repensar el espacio en donde habitas.

Cuando Sharon Van Etten escribió el álbum «Remind Me Tomorrow» (2019) estaba embarazada de su primer hijo. Vivía en Nueva York desde hace 15 años y tenía la sensación de que los barrios habían cambiado. «Seventeen» es su canción sobre la ciudad que la acogió cuando todavía era joven y libre. Van Etten le habla a su yo de 17 años: «Te veo tan incómodamente sola. Ojalá pudiera contarte cuánto has madurado». La canción va creciendo en contenido en forma, de una emoción latente y reflexiva al grito desgarrador; de un piano acompañando un ritmo lento y marcial a la distorsión desatada de lo que parece ser una guitarra. 

Define la década porque «Seventeen» es una de las mejores canciones sobre hacerse mayor. Van Etten irremediablemente mira hacia atrás, pero no sólo para ver cómo era ella y su ciudad, sino también por su rock a lo Springsteen, con un himno emotivo y grandioso. Pero todo ha cambiado, los arreglos «Seventeen» no son clásicos; son barrocos, ambientales, con una guitarra que cada vez se parece menos a sí misma. Madurez agridulce, nostálgica, rabiosa y cambiante.