Lykke Li – «I Follow Rivers (The Magician Remix) » (2011)
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Lykke Li – «I Follow Rivers (The Magician Remix) » (2011)

«En esta época, de repente la música pop tiene una imagen negativa, falsa y repugnante. Y eso es algo de lo que no quiero ser parte. Cuando la gente me etiqueta como pop, quiero vomitar. Entonces lo pienso ¿Pop como popular? Eso seguramente es bueno.» 

 

Así hablaba Lykke Li a Clash en 2011 por el lanzamiento de su segundo álbum «Wounded Rhymes». La sueca, de padre músico y madre fotógrafa, vivió una infancia artística y nómada en Nepal, India, Marruecos y Portugal, alejada de los convencionalismos musicales. Desde su primer álbum con 21 años, Li fue metida en el saco del pop sueco, aunque ni era tan pop ni ella se sentía tan sueca. Sus canciones tiene un punto más de complejidad y aspereza de lo que se podría esperar de la música para las masas; prueba de ello es la versión original de «I Follow Rivers» de su segundo disco, en que la irresistible melodía está recubierta de una atmósfera enrarecida. No fue hasta que llegó The Magician con su piano house cuando la canción despegó hacia el éxito planetario; un hit coreado en miles de fiestas que catapultó a Li al limbo de las estrellas.

 

Define la década porque el remix que realizó The Magician de «I Follow Rivers» ha sido un himno de los 2010s. El belga simplificó la instrumentación original y añadió los beats que la hicieron accesible para cualquier discoteca o festival. La canción perdió profundidad pero ganó difusión, impulsada también por «La vida de Adèle» (2013) que la hizo imprescindible para fiestas LGTB. Lykke Li, que había optado por carreteras secundarias, vio como su talento para la canción era desvelado y como un acertadísimo y pegadizo estribillo podía convertirla en la estrella pop que nunca quiso ser pero siempre pudo ser.

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