Jenny Hval – «Blood Flight» (2011)
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Jenny Hval – «Blood Flight» (2011)

«Reorganicé cuidadosamente mis sentidos para que pudieran tener una conversación. Les enseñé a cambiar de lugar; de cada poro de mi piel brotaron ojos brillantes, y las huellas dactilares llenaron las cuencas de los ojos» (…) Las costillas pintaban sus uñas (¡Negras! Por supuesto) Y en los bordes del coño crecieron dientes pequeños. El clítoris, esa gran esfinge, abrió su ojo: Tantos años ciego, interpretando Edipo.»

 

Son extractos de «Blood Flight», canción perteneciente al primer disco de Jenny Hval «Viscera» (2011). La Noruega estudió escritura creativa e interpretación en la Universidad de Melbourne, Australia. Antes de esto fue cantante de metal gótico y después de su graduación publicó un par de discos de folk experimental como Rockettothesky y la novela «Perlebryggeriet» (2009). Todo este currículo alimentaría su carrera con su nombre de cuna. La irrupción la ejemplifica una canción como «Blood Fight» en el que pareces atender a un ritual ancestral, una chamana narrando una experiencia extrasensorial con un arrollador poder interpretativo. Susurra, grita, canta con voz grave, con voz aguda… Un viaje lírico y, sí, visceral.

 

Define la década porque Jenny Hval comenzó con «Viscera» una de las carreras experimentales más interesantes de los 2010s. Arte pop vanguardista que ha ido avanzando a lo largo de cinco discos que han desplegado sus armas poéticas y sonoras. «Blood Flight» es como la introducción a su universo: carnal, descarnado, barroco, denso, expansivo. Una hechicera que fascinará a muchos por sus encantamientos y su magia melódica.

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