Darkside – «Golden Arrow» (2013)
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Darkside – «Golden Arrow» (2013)

En marzo de 1929, unos meses antes del crack de la bolsa, el automóvil «Golden Arrow» alcanzó la friolera de 372 km/h frente a 120.000 espectadores, estableciendo un nuevo récord de velocidad. El siglo XX estaría caracterizado por la aceleración, por el avance vertiginoso de la tecnología y la economía, por lo que el siglo XXI, con la inercia, nos llevó a una vida de cambio constante, de consumo desenfrenado, en el que no nos podemos parar ni a escuchar una canción, aunque oigamos muchas.

 

Nicolas Jaar fue un artista precoz. Entre los 18 y los 21 años publicó 12 EPs que le coronaron como el enfant terrible del club underground neoyorkino. Culminó esta época con su debut «Space Is Only Noise» (2011) que mucha de la prensa especializada (Resident Advisor, Mixmag y Crack Mag) calificó como el disco del año. Cuando salió de gira contó con el guitarrista Dave Harrington y su sonido se expandió aún más, por lo que decidieron editar como Darkside un largo en el que investigaran las líneas de conexión entre el vetusto blues y la electrónica más puntera. «Psychic» (2013), se abre con «Golden Arrow», una pieza de más de 11 minutos que se inicia con sonidos que mutan a música y viceversa, una ambientación industrial en el que cabe un lejano órgano de iglesia, violines con glitch, y un sintetizador que se tambalea. El tema es puro detalle experimental hasta que, a los 5 minutos, la batería arranca y la guitarra empieza hacer un riff; la voz en falsete de Jarr empieza a acompañar una canción que no para de crecer. 

 

Define la década porque «Golden Arrow» es la muestra, no sólo de que Jaar es uno de los talentos electrónicos más notables de los 2010s, sino también de que se puede ir a contracorriente de cualquier tendencia y a la vez ser lo más cool del planeta. Darkside se saltaron cualquier norma mainstream pero volaron muy alto con esta mezcla de meditación y disco; agua y aceite que milagrosamente Jarr y Herrington pudieron mezclar con asombrante fluidez en esta canción río, de gran caudal y rica en minerales. Un deleite para cualquier persona que se pare, cierre los ojos y se concentre solo en escucharla de principio a fin.

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