Estos cuadernos responden a la necesidad de completar la formación que la Comunidad de Madrid ofrece a través de los Cursos de Formación Permanente para Arqueólogos, que ya van por su decimocuarta edición.

El primero de los volúmenes, Manual de Arqueometalurgia, tiene su origen en el curso del mismo nombre que se celebró en la sede del Museo en otoño de 2007 coordinado por Ignacio Montero, investigador científico del Instituto de Historia (CCHS-CSIC) y uno de los más reputados investigadores sobre los primeros momentos de la Edad de los Metales. En las conferencias presentadas se abordaron aspectos metodológicos y teóricos relacionados con las diferentes técnicas de análisis de los materiales. En este libro se ofrece una síntesis de las investigaciones realizadas en la Península Ibérica y, además, se da énfasis a aspectos de interpretación del registro arqueológico en contraposición a otros textos que se centran en temas de tecnología y aplicación de técnicas de análisis.

Actividad metalúrgica y cerámica

La arqueometalurgia pone a disposición de la arqueología una serie de métodos que, mediante el estudio de un variado elenco de materiales, permiten acercarse al conocimiento de las diversas facetas implicadas en el conocimiento de la actividad metalúrgica. También permiten desarrollar interpretaciones sobre el papel y el significado del metal en la sociedad y en la economía de las comunidades del pasado.

En cuanto a Manual de Cerámica Medieval y Moderna, ha sido coordinado por Jaume Coll Conesa, director del Museo Nacional de Cerámica y de las Artes Suntuarias González Martí, y aborda tanto el desarrollo técnico de la cerámica bajomedieval y moderna, como su evolución e innovaciones en las diferentes áreas distribuidoras, para culminar con un ejemplo de iniciativa industrial de comienzos del siglo XIX. El libro se completa con referencias bibliográficas.

En este contexto, se ha elegido el tema de la cerámica medieval y moderna porque, si bien la cerámica se ha considerado en el registro arqueológico como un fósil guía cronológico y, por ello, se le ha prestado siempre una atención central, cuando se profundiza en cronologías bajomedievales y postmedievales, aumenta la imprecisión por factores como la multiplicidad de centros productivos y la falta de investigación sistemática que aborde el estudio de las producciones y su cronología, que tienen una dinámica propia en cada ámbito geográfico.