Lourdes Fernández recibe a hoyesarte.com a pocas horas de la inauguración de la 29 edición ARCOmadrid, en la que Los Ángeles, ciudad invitada de este año, tendrá un sorprendente protagonismo contagiando a Madrid de su «gran efervescencia artística» .

Recientemente se han dado resultados muy positivos en algunas subastas internacionales de arte contemporáneo, incluso con récords históricos para determinados artistas. ¿Cree que puede ser un reflejo de una posible mejora en el mercado?¿Hasta qué punto es una tendencia real o un espejismo?

Creo que es una tendencia real, lo que pasa es que el sistema de las subastas es uno, y en el sector del arte hay muchos otros. El arte es un bien tangible y real, y para muchos, además, también una inversión, y más cuando se trata de nombres consagrados. Pero esta situación es la realidad de las subastas, no el reflejo de todo el mercado del arte.

Se está hablando de que posiblemente sea durante 2010 cuando se empiece a estabilizar el mercado y que habrá un repunte de las ventas. ¿Da vértigo ser la feria de arte contemporáneo que abre en febrero el calendario internacional?

No, vértigo no. Hay que tener en cuenta que las temporadas se miden de octubre a junio, más que de año en año. Es verdad que ARCO abre el calendario de ferias artísticas, pero también es cierto que ferias como las de Frieze o Miami han ido bien y que esa pequeña recuperación se está empezando a ver ahora, por lo que pensamos que nos puede favorecer. No nos da vértigo pero hay que seguir trabajando mucho para cumplir los objetivos.

«Para nosotros es fundamental que instituciones como el Reina Sofía, el CGAC o el MACBA compren aquí. Si este año tienen menos dinero gastarán menos, pero siguen apostando por ARCO»

Hace un par de años, la crisis económica pudo coger por sorpresa a los galeristas, pero en esta edición todo el mundo conoce ya cuál es la realidad del mercado. ¿Cree que ha podido cambiar la filosofía de ventas hacia lo más seguro o consagrado, dejando de lado las propuestas más arriesgadas? 

No creo. Nosotros hemos notado la crisis en otras cosas, como galerías internacionales que no vienen, algunas que cogen menos metros, pero en las obras que traen no. Si paseas por la ARCO, las piezas que traen los galeristas son una apuesta por la excelencia y porque saben que lo bueno es lo más permanente y lo que se va a vender. No creo que hagan algo más comercial, aunque sí que es verdad que cada galería es un caso muy particular y habría que estudiarlo individualmente. No es lo mismo una galería joven que otra consagrada; que trabajen con artistas de técnicas más arriesgadas o más clásicas…

¿Se han visto afectados los resultados de ARCO por el bajón de la inversión pública en la feria?

En ARCO lo más importante es el coleccionismo español y privado. También es muy importante el coleccionismo extranjero que viene y que nosotros apoyamos y, por supuesto, es importantísimo el coleccionismo institucional. Muchas veces, éste es más importante por el prestigio que conllevan estas adquisiciones que por el dinero que desembolsan. Para nosotros es fundamental que instituciones como el Reina Sofía, el CGAC o el MACBA compren aquí. Si este año tienen menos dinero gastarán menos, pero siguen apostando por ARCO y escogiendo piezas en la feria. Es un prestigio para las galerías y para nosotros que estas obas vayan a un museo.

En esta edición han aflorado una serie de diferencias por parte de algunos galeristas con la organización y el camino emprendido por ARCO. ¿Por qué cree que se han producido justo este año?

Evidentemente, todo lo que ocurre es por algo. Las cosas nunca son circunstanciales ni responden sólo a una única razón. Suceden por una serie de circunstancias y, en este caso, la crisis por supuesto que ha influido. En estos momentos difíciles todos tenemos que reflexionar sobre muchas cosas: ‘qué es esto’, ‘cómo lo planteamos’, ‘qué vamos a hacer’, etc. En esa reflexión te puedes cuestionar como expositor, o nosotros como organizadores, un tipo de cuestiones que antes igual eran obvias o no se planteaban porque la cosa funcionaba perfectamente.

«Ni la organización ni el comité de selección se inclina a lo español o a lo no español, sólo buscamos la excelencia. El arte no tiene nacionalidad»

¿Existe un cambio de filosofía en ARCOmadrid a tenor del nacimiento de otras ferias de arte contemporáneo paralelas en las mismas fechas?

Con todo el respeto hacia las otras ferias, creo que no es necesario porque ARCO se diferencia por sí sola. Todo lo que sea sumar es bueno, y más si pasa en Madrid y en las mismas fechas porque todo aglutina, pero aún así ARCO siempre se ha diferenciado.

¿Qué lugar ocupa en ARCO el arte español? ¿Cómo compite con las propuestas extranjeras?

ARCO tiene unas 70 galerías españolas pero, aún así, ni la organización ni el comité de selección se inclina hacia lo español o lo no español. Nosotros buscamos siempre lo mejor, ARCO es sinónimo de excelencia. Por ejemplo, en este año, en ARCO 40 hay tres o cuatro galerías nuevas con unos proyectos estupendos que fueron seleccionadas sin pensar si son o no españolas. El arte no tiene nacionalidad.

¿Por qué el cambio de ‘país invitado’ a ‘ciudad invitada’?

Porque hoy en día todo ocurre en las ciudades. La globalización, Interntet, movimientos jóvenes… hoy en día todo pasa en las ciudades y más en las grandes capitales. Ellas son las que irradian influencia hacia el resto. Tú puedes estar en un lugar pequeño y estar conectado a una gran ciudad, que de esta forma gana protagonismo como centro aglutinador. Es un concepto mucho más contemporáneo que el de país.

¿Y por qué Los Ángeles?

Por mil razones: es una ciudad viva, multidisciplinar, que tiene toda la industria cultural -tanto la del cine y la literatura como la de las artes plásticas-, cuenta con una escuela de arte fabulosa y una universidad estupenda, tiene un gran coleccionismo, una mirada hacia Latinoamérica interesantísima y otra hacia Asia también por ser la otra gran ciudad estadounidense que mira al continente asiático. Siempre pensamos que si cambiábamos el concepto e invitábamos a una ciudad, ésta sería sin duda Los Ángeles.

«Una de las aportaciones que hacen los artistas de Los Ángeles es esa efervescencia polifacética de su arte. Espero que nos contagien esa capacidad creativa y ese movimiento cultural»

¿Se repetirá la invitación a otra ciudad en las próximas ediciones o se volverá al concepto de ‘país invitado’?

Es un cambio que no sólo da pie a escoger ciudades, también puede elegirse un lugar concreto, un país como antes o incluso un continente.

¿Qué imagen cree que se llevarán los visitantes a la feria de una ciudad como Los Ángeles?

Una de las aportaciones que hacen los artistas de Los Ángeles es esa efervescencia polifacética de su arte. Espero que nos contagien esa capacidad creativa y ese movimiento cultural porque Madrid es también una ciudad muy viva. La forma que tienen de trabajar, sus centros de arte, los talleres que hacen… espero que la huella que dejen sea esa riqueza de galerías, de artistas y, en general, de vida artística…

¿Tiene una entidad propia el arte de Los Ángeles?

Nunca he creído en el arte con identidad. Evidentemente, el arte siempre habla de tu entorno y de lo que vives pero, por ejemplo, si comparamos el arte de Los Ángeles con el de India, está claro que éste es mucho más cosmopolita porque allí viven tanto artistas españoles como asiáticos, la comunidad chicana, de todas partes del mundo… Los Ángeles tiene miles de identidades y lo importante es esa efervescencia de ir hacia fuera todo el tiempo.

Algunas de las especialidades más importantes del arte contemporáneo actual, como el videoarte o la performance, tienen un papel muy destacado en ARCO. ¿Realmente se puede vender el vídeo bajo los mismos parámetros que la pintura y la escultura? ¿Cómo se ‘vende’ la performance en una feria?

El vídeo se puede vender exactamente igual que la pintura. De hecho, este año el premio al coleccionista se lo estamos dando a galeristas mayoritariamente de vídeo. La performance es distinta, se vende sólo su documentación. De hecho, es un área que está patrocinada por MANGO, si no sería imposible poder hacerla porque no tiene ese aspecto comercial. Sin embargo, si tiene un factor muy contemporáneo que creemos que una feria como ARCO no puede dejar de resaltar, porque después de los años setenta se ha producido una vuelta en el arte contemporáneo a todo el tema del arte de acción, para dar respuesta a un problema o una actitud determinada.