Carlos Urroz cuenta con una amplísima trayectoria en el sector del arte contemporáneo, de hecho ya fue entre 1994 y 1998 director adjunto de ARCO; conoce en profundidad el mundo de las galerías, tanto nacionales como internacionales, y ha ejercido una intensa labor como gestor cultural independiente y empresario experto en comunicación cultural. A escasos cinco meses de la inauguración de la próxima edición de la Feria, su director se confiesa apremiado por el tiempo pero convencido de que el éxito pasa por «concentrar ARCO en lo que es realmente una feria: lugar de intercambio tanto de obras de arte entre galeristas y coleccionistas como de ideas y proyectos».

¿Se ha recuperado la confianza entre las galerías y la dirección de IFEMA?

Creo que sí. ARCO es una Feria muy importante para Madrid, para las galerías y para el mundo del arte contemporáneo. Por eso, aunque es cierto que en el pasado han estado enfrentados, su objetivo común es que ARCO salga adelante aún más reforzada.

¿Qué considera que ha distinguido positivamente hasta ahora a ARCO del resto de ferias?

ARCO se ha caracterizado por suplir con mucha imaginación las carencias del mercado español. Por eso se ha convertido en un punto de encuentro no sólo de galeristas y coleccionistas, sino también de directores de museos, de comisarios, de directores de bienales (piezas que han estado en ARCO han pasado después directamente a bienales)… Esa idea de reunión más allá del mercado, de personas que pueden aportar ideas o generar un proyecto, es uno de los rasgos distintivos de ARCO y que intentaremos potenciar. Para hacerlo contamos con el apoyo de las instituciones, que nos ayudan a sostener un programa de invitados, a que pueda venir gente de fuera, algo que otras ferias no tienen, y, luego, está Madrid, una ciudad muy acogedora.

¿Es el tiempo su mayor enemigo para hacer lo que desea con ARCO?

Efectivamente, tenemos poco tiempo. Esa, quizá, es una de las desventajas de esta edición. Entre todos los cambios organizativos producidos he empezado realmente a trabajar en el mes de junio y eso para un proyecto que tiene una fecha de, por llamarlo de alguna forma, caducidad, es complicado. Dicho esto, la gran ventaja es que tanto las galerías como las instituciones han apoyado mi incorporación al equipo y cuando todo el mundo rema en la misma dirección es más fácil llevar el barco a buen puerto.

¿Será esta una edición de transición o podremos ver ya aplicadas gran parte de sus ideas para la nueva etapa?

Tengo pensadas tantísimas cosas que no creo que pueda ponerlas todas en marcha, pero algunos cambios ya se podrán apreciar. Es verdad que muchos de ellos necesitan “fermentarse”, lo que exige más tiempo, por lo que es probable que se puedan ver en la edición de 2012. Sobre todo, la idea es concentrar ARCO, y más en un momento difícil, en lo que es realmente una feria: lugar de intercambio tanto de obras de arte entre galeristas y coleccionistas como de ideas y proyectos. Todo lo que se haga en la Feria, sea lo que sea, tiene que ir destinado a generar este intercambio. Por eso algunas secciones desaparecen y otras se incorporan al nuevo proyecto.

 

«Todo lo que organiza la Feria tiene que estar relacionado con ésta o, en cierto modo, encaminado a conseguir más visitantes y de mayor interés» 

   

Usted ha hablado de conseguir una feria “más profesional”, ¿cómo se puede conseguir ese objetivo?

ARCO ha sido pionera en un gran número de iniciativas que luego han copiado muchas ferias. Desde, por ejemplo, invitar a los coleccionistas hasta organizar conferencias y mesas de debate abiertas al público. Lo que ocurre es que, partiendo de ese planteamiento inicial, muchos de esos proyectos habían adquirido una vida propia en la que ya no estaban tan vinculados a la Feria. Ahora, todo lo que organiza la Feria tiene que estar relacionado con ésta o, en cierto modo, encaminado a conseguir más visitantes y de mayor interés. No sirve de nada hacer un curso, por muy interesante que sea, si los asistentes no visitan la Feria. Ese es el tipo de cosas que queremos limar, que todo se ajuste realmente a un objetivo principal: que las personas paseen por ARCO, vean buen arte, buenas galerías, compren y, por supuesto, que se encuentren con otras personas con las mismas inquietudes.

¿Por qué desaparecen los proyectos comisariados?

Desaparecen algunos, precisamente lo que no estaban interactuando con las galerías o no estaban aportando nuevos coleccionistas ni nuevas galerías. La decisión sobre los proyectos suprimidos ha sido consultada con el Comité Organizador, es decir, que han sido las propias galerías las que han dicho lo que funcionaba y lo que no. De esta forma, desaparecen EXPANDED BOX (tecnologías en el arte), PERFOMING ARCO y BLACK BOX (nuevos medios).

¿Y SOLO PROJECT?

Se mantiene, lo que pasa es que durante las próximas tres ediciones lo vamos a dotar de un carácter latinoamericano. Este año contamos con tres comisarias –de Brasil, Venezuela y México– y queremos que tenga ese matiz latinoamericano para vincularnos de una manera continua con aquel continente.

¿Estará realmente representado el arte emergente?

Contamos con OPENING, una sección para galerías jóvenes europeas, de menos de ochos años de antigüedad, y que precisamente está destinada a ese arte emergente. Galerías muy jóvenes, que exponen a artista jóvenes y que quizá no tienen los recursos para pagar un stand normal. Los que les ofrecemos son más pequeños, de 24 metros cuadrados, cuestan 5.000 euros y hacen que sea más accesible el arte emergente. Es la primera vez que lo hacemos y en esta edición esperamos contar con 10-12 galerías. También queremos que participen en OPENING galerías de otras zonas geográficas, pero ese es un objetivo más factible para la edición de 2012.

 

«No determinamos de antemano el número de galerías. Será la calidad la que determine su presencia y no el número de stand que seamos capaces de generar»

   

De tres a dos pabellones, ¿por qué una feria más pequeña?

Tres pabellones eran excesivos. En dos pabellones hay sitio de sobra para un número de stand como el que hubo el año pasado, más las zonas comunes y de descanso, la Sala ARCO… Otra ventaja es que la visita va a ser más cómoda y, también, que las galerías van a tener una mayor proximidad física. Un pasillo de 11 metros genera bastante distancia entre una galería y su vecina y, al tiempo, con las personas que transitan por el pasillo. Queremos que la Feria sea un poco más recogida, más íntima. En cualquier caso, no determinamos de antemano el número de galerías. Será la calidad la que determine su presencia y no el número de stand que seamos capaces de generar.

¿Qué sucederá con el formato de país invitado?

En esta edición será Rusia nuestro país invitado, de allí vendrán galerías interesantes y también se presentarán muchos proyectos de fundaciones privadas de aquel país que realizan una actividad muy relevante. Creo que será un buen momento para conocer el arte ruso. La novedad es que las galerías invitadas no estarán todas concentradas en un sector de la Feria sino mezcladas con el resto para fomentar el intercambio de ideas y proyectos. De momento, en este año de transición, vamos a probar así. Cambiamos el formato y el tamaño. Que funciona así, continuará, que no, pensaremos en otras cosas.

¿A qué feria le gustaría que se pareciese su ARCO ideal?

Todas tienen cosas buenas y de todas me gusta algo, pero lo que hay que hacer es tener muy en cuenta la realidad española. Hemos de potenciar lo que tenemos de positivo y cambiar las cosas que no funcionan. Es una cuestión de prueba y error, de ir probando.

 

«Es muy relevante que una persona de la relevancia del Rey y con tantos temas encima de la mesa dedique una hora y cuarenta minutos a hablar sobre ARCO» 

   

Este verano tuvo la oportunidad de explicar al Rey Don Juan Carlos su planes para ARCO, ¿qué opinión le transmitió?

Don Juan Carlos me manifestó su gran interés por la Feria, lo cual es muy gratificante para todos los que trabajamos en ARCO y, más aún, para el sector del arte contemporáneo español. Es muy relevante que una persona de su relevancia y con tantos temas encima de la mesa dedique una hora y cuarenta minutos a hablar sobre ARCO. Su Majestad insistió en que la cultura es uno de los grandes embajadores de Europa y España y que ARCO es un proyecto muy importante para nuestro país que debe continuar con buen estado de salud, sin peleas y que, efectivamente, todo conduzca a conseguir una buena feria internacional.

Este año, ARCO celebra su XXX aniversario, ¿tienen pensado algo especial para celebrar esta efeméride?

Hemos pensado muchísimas cosas, pero… En principio, queremos organizar tres cosas concretas: alguna celebración, posiblemente un desayuno; una pequeña exposición en la que se cuente la relevancia de ARCO en todos estos años. No hay que olvidar que, por ejemplo, la Feria nació antes que el Reina Sofía y que muchos museos; que ha sido vital en la creación de toda una generación de coleccionistas y en la difusión de las galerías nacionales; en la llegada del arte internacional a España e, incluso, en la difusión y la promoción de centros de arte que se han creado en todo este tiempo. Contar todo eso es muy importante. La tercera iniciativa sería organizar una pequeña reunión en la que participen personas muy relevantes que puedan dar su visión del coleccionismo; de cómo ha cambiado en estos 30 años y de cómo es y será en el siglo XXI.

 

«En tiempos de crisis las ferias siempre han funcionado bien. ARCO ha conseguido en esos momentos capitalizar las compras» 

    

¿Cómo ve el mercado?

Creo que hay signos de mejora. La Feria de Basilea funcionó bien, las subastas están funcionando bien… pero en cualquier caso son momentos difíciles. De todas formas, en tiempos de crisis las ferias siempre han funcionado bien. ARCO ha conseguido en esos momentos capitalizar las compras, porque a lo mejor es más fácil que el coleccionista venga a esta feria que se dirija a la galería y compre una obra, aquí también está presente ese componente social de la compra… ARCO ha funcionado en las crisis anteriores y, de hecho, las cifras de ventas del año pasado fueron positivas, pese a que estábamos inmersos de lleno en un momento de recesión.

¿Dónde le gustaría situar a ARCO?

Me gustaría que continuara siendo, como hasta ahora, el evento de arte contemporáneo más importante de España y Portugal y el auténtico punto de encuentro del sector en Madrid durante el mes de febrero.

Al aceptar el reto de ARCO renunció a un proyecto empresarial y artístico muy intenso ¿No se ha arrepentido en ningún momento de haber dicho que sí?

No, en absoluto. ARCO es un gran proyecto que creo, además, tiene un enorme potencial. Así que estoy contento de dirigirlo. Es cierto que es un momento difícil, tanto por la Feria como económicamente, pero no estoy nada arrepentido.

 

Madrid. ARCOmadrid. Feria Internacional de Arte Contemporáneo. IFEMA.

Del 16 al 20 de febrero de 2011.